En el mundo existe un muy reducido grupo de personas que nació inmune al virus del VIH, causante del sida. Durante años, científicos han intentado replicar esa resistencia natural.
Ahora, investigadores de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, lograron modificar genéticamente las células del sistema inmune de 12 pacientes con VIH para hacerlos resistentes al virus.
«Lo que hicimos fue utilizar una tecnología relativamente nueva para editar el genoma de las células (del sistema inmune) y quitar la proteína (que nos hace susceptibles al virus)», le explica a BBC Mundo el doctor Pablo Tebas, director de la Unidad de Pruebas Clínicas de Sida, donde se completó el estudio.
Para ello, a los pacientes que participaron en la investigación publicada en la New England Journal of Medicine les extrajeron glóbulos blancos del cuerpo, los volvieron resistentes al VIH y se los inyectaron de nuevo.
La técnica de nucleasas con dedos de zinc (ZFN, por sus siglas en inglés) fue la que utilizaron para «editar» la estructura de los linfocitos presentes en los glóbulos blancos.
«Queríamos ver cómo se comportaban esas células (editadas, conocidas como CCR5-delta-32) en presencia del virus VIH», aclara Tebas.
El resultado fue que sobrevivieron más que las que no fueron modificadas, impidiendo que el virus se replicara.
12 pacientes, 12 semanas
Los pacientes que participaron en el estudio recibieron una infusión de linfocitos modificados resistentes al VIH.
Para el trabajo, los científicos utilizaron dos grupos de pacientes, que fueron tratados con una sola infusión de linfocitos modificados. A seis de ellos se les retiró la medicación a las cuatro semanas de haberle inyectado la infusión y se los dejó sin los antirretrovirales durante las 12 semanas siguientes.
Los otros 12 individuos continuaron con la terapia de fármacos.
En los pacientes a los que le retiraron los antirretrovirales, el número de linfocitos que no estaban protegidos se redujo considerablemente, mientras que los modificados sobrevivieron más. Incluso se pudieron detectar en la sangre varios meses después del ensayo.
«La hipótesis es que si uno mantiene estas células, el sistema inmune del paciente mejora y puede controlar el virus del VIH», señala el experto español.
La prueba fue diseñada para probar la seguridad y viabilidad del método.
Tebas aclara que es un paso hacia la búsqueda de estrategias en las que no se requiera del tratamiento antirretroviral para hacer una cura funcional de la infección de VIH. Es decir, que los pacientes estén bien sin tener que tomar medicinas del VIH.
De Brown hasta ahora
La primera persona en recuperarse del VIH en el mundo fue Timothy Ray Brown en 2007, quien se quedó sin un sistema inmune durante un tratamiento para la leucemia. Después se sometió a un trasplante de médula de un donante con la mutación natural resistente al virus.
Lo que intentan hacer estos investigadores de Pensilvania es adaptar el sistema inmune de los pacientes para que tengan esa defensa que el donante le dio a Ray Brown.
«El objetivo es controlar el virus del sida sin que el paciente tengan que tomar medicinas», continúa explicando Tebas.
Este tratamiento, si bien puede ser a largo plazo, no es para siempre. Las células mueren y los científicos tendrían que volver a inyectar una infusión con linfocitos modificados al paciente para que continúe siendo resistente al virus.
«A no ser que uno haga esta modificación genética en las células madre, para que toda la descendencia de estas células carezcan de la proteína y (el efecto) se haga más permanente», aclara el experto.
Para esta investigación se modificaron los linfocitos ya maduros.
Esta es la primera vez que se publica un estudio en el que se aplica la tecnología ZFN en seres humanos.
Efecto duradero
La idea ahora es desarrollar una terapia que evite a los pacientes la costosa terapia diaria con fármacos.
«¿Qué tal si ahora damos el salto hacia un tratamiento que dure años?», se pregunta por su parte el profesor Bruce Levine, director de la Unidad de Producción de Vacunas y Clínica Celular de la Universidad de Pensilvania.
Tratamiento temprano
Al mismo tiempo que la ciencia intenta avanzar en la búsqueda de tratamientos a largo plazo, las terapias agresivas durante las primeras etapas de la infección del VIH no dejan de ser importantes.
Un año después de que se anunciara la cura de un bebé que nació con VIH, investigadores en EE.UU. aseguran que otro bebé fue curado con un agresivo tratamiento aplicado tan sólo horas después de su nacimiento.
Los doctores explicaron que este bebé, ahora de nueve meses, es VIH negativo, pues no le han detectado trazas del virus en la sangre ni en tejidos.
La doctora Deborah Persaud declaró en una conferencia sobre sida celebrada en Boston que el bebé sigue recibiendo un coctel de antirretrovirales.
Un equipo de investigadores anunció que unas pruebas clínicas con 50 neonatos infectados comenzará en los próximos tres meses.
Curan a bebé infectada por virus del VIH con tratamiento normal de fármacos
Levine le explica a la BBC que este tratamiento también sería caro, por lo que el beneficio estará en el tiempo que las personas puedan estar sin medicación.
Si se trata de varios años de protección, entonces sería un ahorro de dinero en el largo plazo.
La profesora Sharon Lewin, de la Universidad Monash en Australia, le dijo a la BBC que «la idea de modificar linfocitos para hacerlos resistentes y demostrar que es viable ya es emocionante de por sí».
«Lo que la mayoría de personas buscan para el VIH es tomar un tratamiento corto que mantenga al virus controlado durante mucho tiempo».
Sin embargo, Lewin no cree que el tratamiento de antirretrovirales sea remplazado por esta nueva técnica, especialmente en las primeras etapas de la infección.
Pero puede llevar a que las personas eventualmente remplacen los medicamentos con una mejoría de su sistema inmune. Aunque la experta estima que queda mucho tiempo antes de llegar a este punto.
Por ahora, el siguiente paso para los investigadores en Pensilvania es hacer un estudio donde se incremente la dosis de esa infusión con linfocitos modificados.
«Queremos ver si cuando uno da más células (editadas), el virus se controla mejor», señala Tebas.
Esto se puede hacer de dos maneras: inyectando más células o creando espacio en las células inyectadas para que proliferen con la protección contra el VIH.