Un paso más para minimizar las complicaciones derivadas del cáncer. El Hospital de Sant Pau, en Barcelona, está desarrollando de manera pionera una nueva técnica que rebaja sustantivamente los linfedemas en estado avanzado, es decir la acumulación de linfa (líquido del sistema inmunitario) que surge en algunos casos como consecuencia de las cirugías oncológicas para extraer ganglios. Estas complicaciones linfáticas, que aparecen generalmente en brazos pero también en piernas, afectan a la movilidad y en sus casos más extremos pueden llegar a invalidar al afectado.
La nueva técnica puede beneficiar a los casos extremos de linfedemas, que «no se podían tratar y únicamente podían beneficiarse de un tratamiento paliativo de rehabilitación» con una liposucción linfática selectiva, que nada tiene que ver con las tradicionales liposucciones. La intervención se realiza con un vibroliposuctor especial y no tiene que repetirse y se realiza mayoritariamente en mujeres, que son las principales afectadas por estas complicaciones a raíz de un cáncer de mama, aunque también tiene los mismos resultados en hombres con secuelas linfáticas después de un cáncer.
Hasta ahora sólo se abordaban estas hinchazones cuando no eran muy grandes y se hacía con microcirugía, que era más compleja y larga. Los expertos calculan que de imponerse esta nueva técnica se podrá tratar a más afectados y en menor tiempo. En el último año y medio Sant Pau ha realizado de manera exitosa 15 intervenciones de este tipo y pretende convertirse en centro de referencia en esta nueva técnica.
«No podía ponerme camisas»
Ángeles Erla, que fue operada hace 13 años de un cáncer de mama, es una de las primeras pacientes a las que han intervenido con esta técnica pionera y está «encantada» con los resultados. Previamente había pasado durante ocho años por «rehabilitaciones y masajes de drenaje linfático», pero su hinchazón no mejoraba y llegó al extremo de «no poder ponerme camisas con puño y no podía coger mucho peso». Su brazo afectado era el derecho, el que usaba más, y su hinchazón se redujo hasta 10 centímetros de contorno con la intervención.
Esta técnica, desarrollada por el profesor Hâkan Bronson de la Universidad de Malmö en Suecia, se lleva a cabo junto con otro sistema precursor en Europa que consiste en aprovechar el exceso de tejido de la parte alta del abdomen para reconstruir la mama. De este modo, «en una sola operación restituimos las dos secuelas del cáncer de mama: reconstruimos el sistema linfático y reconstruimos la mama», ha indicado Jaume Masià, director del Servicio de Cirugía Plástica de Sant Pau. «Ahora ya podemos abordar el tratamiento en su totalidad porque no hay pacientes que no puedan tratarse», ha asegurado Masià.
El Servicio de Cirugía Plástica de Sant Pau y el Hospital del Mar organiza hasta el viernes el Barcelona Brest Meeting 2014 (BBM), un congreso sobre las últimas técnicas de cirugía reconstructiva de mama que reúne a 350 expertos mundiales. Bajo el lema «A la búsqueda de la excelencia en la cirugía de mama: compartir la experiencia y construir conocimiento», se llevarán a cabo cirugías en directo, ponencias y sesiones de trabajo.
El centro calcula que en el mundo hay entre 140 y 250 millones de persona que sufren algún linfedema, en su mayoría mujeres, y que alrededor de 4.000 personas en España podrían llegar a aprovecharse de esta nueva técnica porque el 30 % de las mujeres con cáncer de mama desarrollan algún linfedema.