Las manifestaciones que se han venido produciendo durante 21 días consecutivos en el país, es producto de la marginalidad hacia arriba, según la apreciación del politólogo Radamés Graterol.
La marginalidad no es más que la exclusión de un segmento de la población con respecto a servicios, programas y dádivas gubernamentales, explica. Eso, generalmente, no pasaba con los estratos sociales D y E y quizá más abajo.
Mientras había abastecimiento y programas sociales (misiones de todo tipo) para los sectores populares, en cambio los estratos C, B y A, no tenían acceso a esos tipos de prebendas.
Esa exclusión ha sido la motivación fundamental para que la gente comience de alguna manera a considerar el factor económico como factor político para la protesta
-¿Están las protestas desplazando la crisis económica como motivo de preocupación para la población?
-No creo. Aquí se están articulando las dos cosas, porque cuando los estudiantes salen a la calle y protestan por la escasez de productos de primera necesidad, además de exteriorizar su preocupación por la inseguridad y la violencia delictiva, inclusive tomando el carnaval como días de denuncia, tiene pegada su manifestación pública porque los problemas que se están manifestando se están agravando en el país, lamentablemente.
“La bonanza se ha quedado en una élite política-económica muy cercana al Gobierno”.