Durante los días de asueto el centro de Barquisimeto lució prácticamente vacío.
A pesar de las fiestas carnestolendas y de lo que eso implica en cuanto a la adquisición de disfraces y otros artículos festivos, los barquisimetanos no salieron a comprar tal indumentaria, al contrario, prefirieron sumarse a las manifestaciones ocurridas estos últimos días en la ciudad, quedarse en casa ante la crisis económica y darle prioridad a sus compras.
El comercio comenzó a bajar sus santamarías a partir del jueves 27, día que al igual que el 28 fue decretado como feriado no laborable por parte del Gobierno nacional según el decreto contenido en la Gaceta Oficial 40.363, aplicable a los sectores público y privado. Es de mencionar que la conmemoración de los 25 años del Caracazo originó el decreto.
El sábado y domingo, según algunos vendedores de la avenida 20, la soledad se hizo mayor, acentuándose el lunes y martes de Carnaval, celebración que años anteriores reunía a cantidad de personas en el centro debido a ciertos eventos y encuentros propios de la época.
EL IMPULSO observó durante la ronda que entre 80 y 90% de las tiendas permanecieron cerradas. Sólo se encontraban abiertos uno que otro establecimiento de calzado, bisutería, ropa, farmacia y comida.
Los mercados populares de la carrera 19, también prefirieron cerrar sus puertas estos días ante la poca presencia de compradores.
Sólo se apreciaron algunos comerciantes informales, tanto en la carrera 19 como en la avenida 20.
Andreína Pérez, buhonera de la avenida veinte y vendedora de disfraces, confirmó que prácticamente ninguna tienda abrió por la poca afluencia de compradores. A pesar de ello, vendió muy poco.
“Las ventas estuvieron bajísimas, la gente no se acercó. Muchos se fueron a otra parte. Las tiendas tampoco abrieron”, dijo Pérez, quien ofrecía disfraces del Hombre Araña a 500 bolívares y zapatillas a 60 y 80 bolívares.
El encargado de una tienda de bisutería que prefirió no identificarse mencionó que el centro estuvo muy solitario.
“Poca gente, las ventas duras, menos movimiento que el Carnaval pasado, muy lamentable, más pérdidas que ganancias”, indicó.
Una compradora señaló que se acercó al comercio para buscar papel higiénico, expresó, que el salario medio alcanza para el mercado, las medicinas y la educación, por lo cual resulta imposible efectuar otros gastos a propósito de los Carnavales, mucho menos con la crisis social y política del país.
