Situación de la MUD

Es bien conocida, nacional e internacionalmente, la presente situación política, interna y externa, de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en cuanto a diferencias en visiones y comportamientos de sus líderes y dirigentes. Éstos son en sí mismos un tanto dificultosos en lo práctico de la actual circunstancia política venezolana. De ahí que, dando el merecido valor al gran logro de la Unidad como instrumento común de lucha democrática en la Venezuela actual, y ponderando los hechos con la debida objetividad, comprensión e inteligencia, debamos esforzarnos todos en lo que aportemos para el debido encauzamiento de la situación existente. Veamos mi modesto aporte, con sus comentarios y reflexiones:
•Sin subestimar a ningún otro líder o dirigente de la MUD es muy significativa la presencia positiva en ella de un Antonio Ledezma, hoy más crecido que antes, quien seguramente ha de cumplir alrededor de la MUD el requerido papel del debido encauzamiento de las importantes diferencias existentes. Habiendo asumido y mantenido él como bandera la activa lucha social-popular y contando con su reconocida madurez política es mucho lo que puede aportar. Ojalá todos los demás y él mismo lo vean así.
•El año 2014, sin elecciones, debiera aprovecharse al máximo para hacer unitariamente todos los esfuerzos posibles para el logro conjunto de reflexiones, diálogos, encuentros y debates, con la mira de lograr los requeridos encauzamientos, para traducirlos en los debidos convenios y normas comunes, con límites precisos y obligantes para todos.
•Por encima de todo debe, en todos los líderes y dirigentes de la MUD, mantenerse el gran logro de la Unidad. Resulta para uno incomprensible que exista quien no entienda esto suficientemente y dé mayor jerarquía  a su modo de pensar y actuar. Es una imperiosa necesidad actualizar las normas que los regulen a todos, y en ellas establecer cuanto los una, y abrir con inteligente flexibilidad algunos caminos de diversidad que se hagan posibles, con los debidos y aceptables límites. Porque la disciplina y el sometimiento al colectivo creado y con funcionamiento democrático son obligantes.
•Sabiendo que unir es lo difícil y dividir es lo fácil, obviamente hay que mantener la lucha y el trabajo por lo primero, ya logrado con los años de esfuerzo común, y no  hacer el juego al contrario.
•Las aspiraciones personales del líder o dirigente, por legítimas que sean, tienen siempre que estar por debajo de los intereses, objetivos, propósitos y logros unitarios, que sean capaces de mantener, cada vez mejor, la lucha común que se esté dando.
Yo, personal y políticamente confío con profundo convencimiento en las luchas y en los procesos sociales. De ahí que piense y sienta con razonable optimismo cuanto sucede alrededor de la MUD, como instrumento idóneo y perfeccionable de unidad democrática. Alrededor de ese instrumento ningún líder ni dirigente político debiera asumir conductas individuales o grupales que pudieran mermar o debilitar la esencia y la proyección netamente unitaria de la MUD.