Hay gobernantes que sin conocer los principios filosóficos de Nicolás Maquiavelo, lo practican con mucha eficiencia. Bien sea por estrategia política o por ignorancia y torpeza. “Divide y reinarás” “El fin justifica los medios”. Olvidan un elemental principio cristiano, que su llegada al poder es simplemente una decisión de Dios. Es el Altísimo quien controla toda la dinámica del planeta y de cada una de las naciones. Nunca han entendido que Dios está manejando el destino de la humanidad. Trabajando en los acontecimientos mundiales en la búsqueda de la Salvación de los hombres.
Tristemente, al cristiano seguidor de La Biblia le pasa igual, olvida lo que aprendió, por lo cual vive desorientado, asustado, estresado, iracundo y con permanente resentimiento en su corazón. Olvidan por completo, una realidad inobjetable. “Dijo Daniel: «Alabado sea el Nombre de Dios por los siglos de los siglos; porque de él son el poder y la sabiduría. «El cambia los tiempos y las épocas, quita reyes y pone reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los entendidos”Dan.2:20,21.
El gobernante, poseído por el pecado que trajo la debacle de Lucifer. El orgullo, la codicia y la envidia, prefiere que las filosofías guíen su mente y obvia, que Dios le entregó el gobierno como le entrega a un padre las riendas de su hogar. La dirección de una enorme familia. Para que con sabiduría mantenga la unión entre sus miembros. Les oriente y eduque. Provea medios de subsistencia, capacitación y liderazgo para todos, no para algunos preferidos. Para que imparta justicia igual y equitativa. Sea firme con los rebeldes pero también benevolente y perdonador, por cuanto eso es lo que le va a dar respeto de todos y largo tiempo de poder en paz.
Tanto cristianos como gobernantes siguen olvidando, que quien le dio el poder, también lo quitará. ¿Quién no conoce el poderío que el Rey Nabucodonosor tuvo en Babilonia? Sin embargo, cuando “joroconamente” se abrogó el éxito para sí. Ignorando “El que cambia los tiempos y las épocas, quita reyes y pone reyes”. “Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo, que dijo: «Rey Nabucodonosor, a ti se te dice: El reino es traspasado de ti”. “En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor. Fue echado de entre los hombres. Dan. 4:31;33.
¿Cómo esconder que en este país, cientos están dispuestos a morir y matar para quitar o dejar al gobernante? Muchos abogan por las urnas electorales, anhelando paz. Y otros, son indiferentes a la situación. Todo responde al derecho que cada ciudadano tiene de pensar lo que su conciencia le dicte. En cuanto al cristiano, que conoce la verdad bíblica expuesta, debe vivirla y enseñarla, testimoniar de ella como Dios manda. “Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” Mat.24:14 !Hasta el próximo martes, Dios mediante!
Reflexión – «Divide y reinarás”
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