Aquí estamos, o aquí nos quemamos…

“Estamos frente al peligroso barranco por el que han rodado muchos pueblos que aplaudían los atropellos, retaliaciones y despojos de que eran víctimas las minorías étnicas, sociales o religiosas, hasta que todos sin excepción fueron aplastados por el autoritarismo y la ilegalidad”. El mismo usurpador ha dicho que a partir de ahora la emprenderá contra todas las instituciones e individuos que se opongan a la consolidación del castrismo-estalinismo-marxista-leninista-comunismo Plan de la Patria. Al buen entendedor pocas palabras.
O sea en buen criollo, o brincamos para saltar talanqueras como la de algunos diputados ex opositores, o ayudamos a la MUD por el porvenir de nuestros hijos y nietos, sin mezquindades, politiquerías, venciendo los miedos, la apatía, apartando las sombras y las desviaciones fascistas. Vamos a recuperar la fuerza de la protesta para re encontrarnos con el mutuo respeto, la igualdad de condiciones, y el amor por el hermano, para cumplir con el mandamiento nuevo de nuestro Señor Jesucristo, sembrar el amor en el corazón, expulsar el mal, conseguir la unidad. No habrá otra salida honorable que la conciliación de las dos partes proporcionalmente iguales. Lo contrario produciría un enfrentamiento insensato y violento, que agudizaría nuestros  graves problemas hasta alcanzar el exterminio, ya en marcha,  de una buena parte de la población.
Este pobre e ilegítimo gobierno cada día nos demuestra su total incapacidad para poner punto final a la incertidumbre y la confusión. Salvar a Venezuela de esta camarilla, de estos corsarios, de estos mentirosos, de estos vende patria es el deber ser de todos los ciudadanos de buena fe. No podemos permitir que en tan salvajes y ensangrentadas manos (200 mil víctimas de la violencia) se pierda la república para siempre. Es tarea de todos quienes amamos sinceramente el país, de los que nunca le regatearemos su apoyo a la democracia. Debemos rescatar el valor de la verdad, asegurándonos que se va combatir la impunidad, que permanecerá el imperio de la ley, y el respeto a Dios.