La vicepresidenta ejecutiva de Un Nuevo Tiempo (UNT), Delsa Solórzano, afirmó que a 25 años del Caracazo ha aumentado la inseguridad, la escasez, la inflación y la represión.
Solórzano comparó cómo con el pasar de los tiempos se han incrementado las muertes en el país. «En 1989 fallecieron 13 personas por cada 100 mil habitantes; en 1998 fueron 17 y para hoy, 79 ciudadanos; a 25 años del Caracazo, y 15 años de la revolución», recalcó.
Por otra parte, hizo referencia a las palabras dichas por la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, durante la Conferencia de Paz, donde señaló que no conoce casos de tortura a los detenidos. «Como mujer da pena. La represión a las protestas no pueden ser con gas verde y perdigones como lo han hecho. Son más de 700 jóvenes que han sido detenidos, mientras usted hablaba anoche, detuvieron a muchachos en Cumaná y fueron golpeados, mientras usted hablaba, un ciudadano en Carabobo se lamentaba de que el Estado lo violó con un fusil, si usted quiere pruebas, se la vamos a llevar», indicó.
Por último, la vocera de la tolda azul, manifestó su compromiso de seguir prestando colaboración a los detenidos y continuar llevando los expedientes que sean necesarios en donde se señalan las agresiones que han sufrido los detenidos.
Condiciones de «El Caracazo» presentes
Entretanto, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, señaló que muchas de las condiciones que produjeron «El Caracazo» están presentes 25 años después. «La situación económica, la inflación, el desabastecimiento y el deterioro del salario son indicadores a los que el gobierno debe dar respuesta. Hay un pueblo que exige atención y que está pidiendo que lo escuchen. Los estudiantes están protestando en la calle por la solución a esos problemas y por la represión brutal contra la manifestación pacífica. Quienes se dicen hijos del Caracazo, crean condiciones para un nuevo estallido social», sentenció.
Capriles insistió en que la salida a la conflictividad que vive el país pasa porque se cumpla una agenda de propuestas reales como la liberación de los detenidos, incluyendo a Leopoldo López e Iván Simonovis, además de cerrar las causas abiertas a los estudiantes y otros dirigentes de la unidad detenidos. «La agenda de lucha seguirá en la calle hasta que el gobierno de respuestas a las reivindicaciones sociales que se exigen en la actualidad», concluyó.