Desde el pasado 12 de febrero, los médicos internos y residentes del Hospital Central Antonio María Pineda y Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga, decidieron paralizar las intervenciones electivas y consultas externas en virtud de la crisis hospitalaria que se presenta en el país. Dicha realidad aún se mantiene, junto a la posición de los galenos de mantenerse en asamblea permanente.
José Manuel García, presidente de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes expresó que sus motivos se sustentan en cinco problemas comunes en la salud del país: dotación de insumos, infraestructura, equipamiento, personal médico y seguridad.
“Aunque recientemente ambos centros recibieron dotación por parte del Estado y la gobernación de Lara, debemos recordar que estos pedidos datan de finales del año pasado. En estos últimos días, hemos entablado reuniones con ambas instituciones a fin de comprometerlos en solventar los inconvenientes citados anteriormente”, explicó.
“En el Hospital Central funcionan cinco de diez quirófanos, de los cuales dos tienen problemas en infraestructura y los demás no cuentan con equipamiento. De paso, los pabellones que están operativos no cuentan con anestesiólogos. Por estos motivos luchamos, porque creemos que nuestros pacientes merecen una atención apegada con estándares de calidad”, prosiguió.
De llegarse saldar las peticiones de los galenos, se reactivarán los servicios paralizados, cuya atención será redoblada en función de agradecer el apoyo de la sociedad civil. Tanto el ministerio como la gobernación, se comprometieron en responder con prontitud los problemas presentados en los centros asistenciales.