En una visita hecha a uno de los módulos de la red de alimentos Mercal, ubicado en la avenida Libertador, entrada al sector Patarata, usuarios del sistema indicaron los inconvenientes que se presentan al momento de adquirir dichos productos.
La queja más frecuente es el tiempo en espera al cual están sometidos cada uno de los consumidores que se acercan a dichas instalaciones, «hemos llegado desde las 4 ó 5 de la mañana, y aún no hemos pasado (10:30 a.m.)», indicó un conjunto de afectados, refiriéndose a la situación que los mantenía a las afueras del establecimiento. Cada día, de martes a sábado, se reparten 100 números a discapacitados, 200 a los adultos mayores, y 300 para el público en general. Sin embargo, indicaron que, pese a los esfuerzos hechos desde tempranas horas de la mañana, aún no habrían logrado hacerse de los números repartidos en puerta, entendiendo su molestia después de haber cumplido la quinta hora en espera.
Los adultos mayores no sólo reseñaban esta situación, que los mantenía sin un baño cerca por más de cinco horas; además, se quejaron de no tener la preferencia que deberían tener, «primero pasan los discapacitados, después los cubanos y luego nosotros», señalaron Rosa Torres, Fautina de Vegas, Ana González, Ana Agüero y Carmen Orellana, esta última declaró que «no hay orden». A esta situación se suma el hecho de la división por terminal de cédula. Los martes sólo pueden comprar aquellos que su cédula termine en 1 o 2, miércoles 3 y 4, y así sucesivamente hasta el sábado, lo que limita la compra a una vez por semana.
Los usuarios sólo podrían comprar dos unidades de alimentos como pasta, harina, aceite, azúcar, margarina, pollo y otros. Sin embargo, todos los que salían con sus compras finalizadas, indicaban estar satisfechos con lo adquirido, y refirieron la ausencia de carne en los refrigeradores del Mercal, pese a las declaraciones del pasado lunes por parte de Wendy Bravo, jefa estadal de la red, quien indicó que no había escasez en ningún producto ofrecido.