Paco de Lucía, el legendario guitarrista de flamenco español fallecido el miércoles en México, será enterrado el sábado en Algeciras, su ciudad natal, donde sus restos mortales serán expuestos desde la noche anterior en una capilla ardiente para dar el último adiós.
El cuerpo del guitarrista debe llegar el viernes a Madrid, donde una primera capilla ardiente se instalará en una sala de conciertos, el Auditorio Nacional de Música, para rendir homenaje a este «creador universal que ha dejado huérfano al mundo del flamenco», anunció la Sociedad General de Autores y Editores.
Después, el viernes por la noche, los restos mortales del músico que revolucionó el flamenco serán trasladados a la localidad andaluza de Algeciras, en el sur de España.
El cuerpo se expondrá allí a partir de las 00H30 del sábado (23H30 GMT del viernes), «momento desde el cual los ciudadanos podrán darle el último adiós al genio de las seis cuerdas», después de que la familia del guitarrista aceptase la propuesta hecha por el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, anunció el ayuntamiento.
La capilla ardiente permanecerá abierta durante 12 horas en un salón de actos de la casa consistorial, antes de trasladar el cuerpo hasta la iglesia mayor Nuestra Señora de la Palma, «donde a la una de la tarde comenzará a ser oficiado el funeral», agregó.
El entierro, en el cementerio antiguo de la ciudad, tendrá lugar «en la más estricta intimidad» por deseo expreso de la familia, precisó.
Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía, nació el 21 de diciembre de 1947 en Algeciras, para convertirse con el tiempo en un guitarrista de fama universal, que modernizó el flamenco tradicional imprimiéndole influencias del jazz, la bossa nova, la música clásica y otros géneros.
Su muerte, de un ataque al corazón en una playa de Cancún a los 66 años, provocó conmoción en España y especialmente en Andalucía.