Con una carpeta marrón llena de recortes sobre los hechos que originaron la pérdida de su hijo, Juan Montoya padre, conversó con la redacción de este rotativo.
Quien fuera padre de “Juancho”, como le decían sus familiares y amigos, sostuvo que su hijo era antropólogo, egresado de la UCV y comandaba una decena de colectivos en la parroquia 23 de enero de Caracas, pero no era un “porta bomba” como lo tildan algunos.
Montoya, durante la entrevista, manifestó tristeza y algunos instantes en los que se mostraba pensativo. Durante esos segundos, su actual esposa acudía en su ayuda y complementaba los relatos que describían a un joven marcado por la revolución y la vida en milicia de su padre, quien es cabo primero.
Ambos manifestaron que durante el funeral, les fortaleció la cantidad de jóvenes y personas de diferentes edades, quienes acudieron a su despedida. Entre ellas, la presencia de algunos miembros del gabinete ministerial venezolano. Algunos presentes dieron fe del apoyo que el joven daba a muchachos con adicción a narcóticos, otros referían, de acuerdo con lo afirmado por su padre, que “Juancho” a pesar de portar arma, era partidario de no usarla. Cabe resaltar que el fallecido realizaba labores de inteligencia cuando se acercó a la protesta estudiantil, el pasado 12 de febrero, cerca de la Fiscalía General.
Sobre los hechos
Juan Montoya padre se encontraba en Barquisimeto cuando ocurrió el suceso. “No puedo juzgar a nadie, el suceso está bajo investigación”, apuntó Montoya.
Asimismo, señaló que en los próximos días viajará a fin de reunirse con el Presidente de la República, quien conocía a su hijo desde los 14 años, y con la fiscal general, Luisa Ortega Díaz.
Destacó que aprovechará el encuentro con el Presidente, pues reveló “incluso a veces mi hijo tenía discrepancias con Maduro y hasta con el mismo Chávez. En paralelo, Montoya quiere preservar el legado de su hijo con charlas.