La única forma para lograr atenuar la influencia del dólar paralelo en la economía venezolana es contar con la suficiente cantidad de divisas -tanto en efectivo como en títulos de bonos- para abastecer la demanda de los sectores productivos del país. Esta será la clave para lograr el éxito con una iniciativa como el Sistema Complementario de Administración de Divisas Dos (Sicad 2), firmado la semana pasada por el presidente Nicolás Maduro, que pronto debe aparecer en Gaceta Oficial para entrar en vigencia.
El economista Salomón Centeno, diputado a la Asamblea Nacional, indicó que resulta irónico que el Gobierno nacional recurra al esquema de la permuta para la oferta de divisas, luego de haberlo demonizado con el cierre de casas de bolsa y detención de sus propietarios en el año 2010, acusados de haber influido en el aumento del dólar paralelo.
“Ahora el Gobierno tiene otro músculo en divisas, ya sea en efectivo o en bonos de la deuda pública, para ofertar en ese mercado alternativo, pero si la cantidad de dinero no es suficiente no van a poner fin al mercado paralelo”, dijo.
Sin embargo, el especialista se suma a otras análisis y considera que en la actualidad el Ejecutivo nacional simplemente no dispone de los recursos necesario para satisfacer los requerimientos del mercado nacional, lo cual quedaría demostrado con el enorme retraso “de meses y meses” para liquidar las asignaciones realizadas a través de mercados como el de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) e incluso en Sicad 1, con una deuda con los sectores productivos y comerciales que llegaría a 2 mil millones de dólares.
De persistir la insuficiencia de dólares para alimentar al mercado nacional, Centeno advierte sobre el riesgo de contar cuatro y no tres quemas de cambio en Venezuela: Cadivi (a 6,30), Sicad 1 (a 11,80), Sicad 2 (cuando de defina) y el dólar paralelo, cuyo precio puede seguir en alza.
“Toda oferta que vaya a contribuir con la liberación del mercado cambiario es buena, el problema está en ver si el Gobierno tiene un músculo financiero para soportar la demanda que no está siendo atendida ni con Cadivi ni con el Sicad 1”, aseveró.
Oferta reducida
Al ser consultado sobre la cantidad suficiente para satisfacer la demanda del mercado nacional, Centeno se remonta al año 2010 cuando las casas de bolsa operaban libremente mediante el esquema de permuta.
En ese entonces la oferta diaria de divisas oscilaba entre 180 y 200 millones de dólares, una cantidad que contrasta enormemente con los $ 220 millones que son subastados cada semana en el Sicad. Ello explicaría la crisis en el cumplimiento con los compromisos adquiridos con las empresas del país.