Un juez federal inició el martes un proceso penal contra el barón de las drogas Joaquín «El Chapo» Guzmán por delincuencia organizada, lo que garantiza que el capo permanezca en el futuro inmediato en México, donde las autoridades aseguran que no tiene posibilidad de escaparse en el penal de máxima seguridad donde fue recluido.
El Consejo de la Judicatura Federal, que supervisa el trabajo de los jueces en el país, informó que Guzmán fue notificado de la decisión.
Este es uno de dos procesos penales abiertos hasta ahora con el hombre considerado líder máximo del cartel de las drogas de Sinaloa.
La Judicatura notificó la víspera que otro juez debe decidir aún sobre si inicia otro proceso penal por crimen organizado y tráfico de cocaína.
Guzmán tiene tres días hábiles para apelar la decisión del juez, añadió la judicatura.
«El Chapo» fue detenido el sábado en un condominio en el balneario turístico mexicano de Mazatlán con lo que terminó una cacería de 13 años contra, quien fuera considerado por autoridades como el capo más poderoso del mundo.
El inicio del proceso penal hace imposible una extradición rápida a Estados Unidos, donde es requerido en al menos siete tribunales.
El gobierno ha dicho que hasta ahora no ha recibido ninguna petición de extradición a Estados Unidos.
Altos funcionarios han dicho que antes de considerar la extradición, esperan que Guzmán enfrente todas las acusaciones en el país y que sea sujeto a interrogatorios por parte de autoridades mexicanas para obtener información que permita desmantelar el cartel de Sinaloa, el principal grupo del narcotráfico en México, y que se ha extendido a una docena de otros países.
Pero expertos consideran que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no ha sido capaz hasta ahora de que arrestos de figuras de alto perfil se traduzcan en investigaciones que permitan desmantelar las complejas redes criminales.
Poco después de su arresto, usuarios de las redes sociales pusieron en duda que el hombre detenido no se pareciera a «El Chapo» Guzmán.
Pero el martes, el área de servicios periciales de la Procuraduría General de la República señaló que se realizaron tres pruebas, incluida una genética y otra de huellas dactilares, que les hacen tener la certeza de que se trata del capo de las drogas.
La captura de Guzmán puso fin a una prolongada búsqueda desde que escapó de prisión en 2001 en un camión de lavandería, hazaña que alimentó la leyenda tejida alrededor del capo de capos mexicano.