La Organización de Estados Americanos discutirá este jueves la propuesta de Panamá de convocar una cumbre de cancilleres para buscar una solución a la crisis desatada en Venezuela, donde protestas antigubernamentales han dejado 14 muertos en tres semanas, anunció el organismo este martes.
La sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA tendrá lugar «a fin de considerar la solicitud de Panamá de que se convoque a una reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores para considerar la situación que está viviendo» Venezuela, dijo el organismo en un comunicado.
El canciller panameño, Francisco Álvarez De Soto propuso este martes la «convocatoria urgente» de una reunión de cancilleres de países miembros de la OEA para discutir ideas «y encontrar una solución a través del diálogo entre venezolanos», según una nota oficial.
El presidente venezolano Nicolás Maduro enfrenta tres semanas de protestas, las mayores desde que llegó al poder hace diez meses, tras suceder al fallecido mandatario Hugo Chávez, y que han dejado 14 muertos y más de un centenar de heridos.
El gobierno de Panamá descartó que su propuesta «pueda considerarse una injerencia en los asuntos internos de otro estado».
El pasado 20 de febrero, Maduro llamó a consultas a la embajadora venezolana en Panamá, Elena Salcedo, tras acusar al gobierno panameño de «injerencia» por declaraciones sobre los hechos de violencia registrados en el país sudamericano.
Ese mismo día el presidente Ricardo Martinelli hizo lo propio con su embajador en Caracas, Pedro Pereira, y rechazó las acusaciones del mandatario venezolano, asegurando que Panamá pide que «las partes puedan resolver mediante el diálogo cualquier diferencia».
La crisis venezolana generó disimiles reacciones en América Latina con Bolivia, Ecuador y Argentina y Cuba cerrando filas con Maduro y otros como Brasil y Uruguay pidiendo respeto a las libertades, mientras Colombia, Chile, además de Panamá, generaron la irritación de Caracas.
El caso venezolano ya fue discutido el miércoles pasado en una sesión ordinaria del Consejo Permanente de la OEA, pero no estuvo en la agenda, y solo salió a colación por petición de Estados Unidos, que ha condenado la violencia y llamado al diálogo.