El Deportivo Táchira perdió los tres puntos sin poder viajar. Fue el único de los ocho clubes visitantes que no pudo hacer el traslado a la ciudad destino y fue castigado con la incomparecencia ante El Vigía (derrota 3-0) en la polémica y manchada séptima jornada del torneo Clausura.
La directiva del cuadro aurinegro aclaró que le fue imposible conseguir transporte para realizar el viaje vía terrestre a la localidad merideña –unas tres horas y media de distancia- y no tuvo más remedio que quedarse en San Cristóbal, una de las ciudades más sacudidas por los episodios irregulares que se registran en el país, producto de las protestas y la consiguiente respuestas de las fuerzas de seguridad.
Así las cosas, la plantilla de juveniles que había logrado reunir el cuerpo técnico y la directiva tuvo que regresar a casa, tras ser llamados a una concentración en el estadio Pueblo Nuevo, desde donde saldría el bus hacia la ciudad platanera.
La directiva del cuadro atigrado se comunicó con la Federación Venezolana de Fútbol y con su par de El Vigía para tratar de lograr un acuerdo y realizar el compromiso en otra fecha, pero recibió un no rotundo la victoria le fue concedida al conjunto de Mérida, que de esa manera consiguió su primera conquista del Clausura y rompió una larga cadena negativa.
“Es increíble como dos directivos de El Vigía, el Sr. Nelson Contreras y Pascuale Coppola, personas sin lealtad ni palabra, hayan querido presentar a los sub20 para ganar por forfeit. Decepcionado totalmente de estos directivos, que según quieren el bienestar para nuestro fútbol”, escribió César “Maestrico” González en su cuenta Twitter, en torno al grotesco episodio.
La Asociación Única de Futbolistas Profesionales de Venezuela, como medida de prevención de que podían ocurrir situaciones como la que vivió Táchira, solicitó la suspensión de la jornada y luego convocó a sus agremiados a no presentarse en los campos, pero la FVF no sólo mantuvo su decisión de que se jugaran los partidos, sino que habilitó a los clubes para alinear cuantos juveniles fuera necesario.
Tampoco se pudo jugar en el Misael Delgado de Valencia, donde personas protagonizaron protestas en las afueras del estadio y el delegado federativo decidió suspender el compromiso, debido a que no estaban dadas las condiciones.
