La orden de retirar las barricadas fue rechazada por habitantes de diversos sectores de Barquisimeto, alegando que, más que un mecanismo de protesta y presión, los obstáculos en la vía constituyen un dispositivo de protección para sus vidas y bienes.
Expresan que, ante la arremetida de presuntos colectivos y de los propios cuerpos de seguridad, se ven en la obligación de organizarse para procurarse resguardo.
La urbanización Club Hípico Las Trinitarias atraviesa una situación particularmente delicada. Tras la muerte de Alexis Martínez y la aseveración en cadena nacional del presidente Nicolás Maduro de que el proyectil que acabó con su vida salió de los edificios, el sector permanece bajo amenaza mortal de los colectivos, según versión de los propios moradores.
«Los colectivos de Tierra Negra, El Ujano y El Cercado nos tienen declarada la guerra. Por otra parte, no recibimos protección de la Guardia Nacional ni de la Policía. Por lo tanto, somos los mismos vecinos quienes tenemos que organizarnos para cuidarnos», sostuvo Pablo Capó, habitante del CH Las Trinitarias.
Con respecto al amparo introducido por el comandante de la Guarnición Militar y admitido por un Tribunal, Capó alegó que «nos gustaría que esos jefes militares y ese juez pasaran una noche en Las Trinitarias y sintieran el terror que vivimos. Es muy fácil impedirle a los vecinos que busquen la manera de protegerse, cuando a ellos los escoltan decenas de funcionarios adonde vayan».
«Sabemos que existe la orden de retirar las barricadas. Que las quiten, pero igual las vamos a volver a armar. Ya no se trata sólo de protestar, sino de defendernos», sentenció.
«No confiamos en la fuerza pública»
Vecinos de la urbanización El Parque también se resistieron al retiro de la barricada ubicada a la altura de Residencias Luis Miguel.
«A las 8:20 pasó por aquí una camioneta Nissan azul, de uso oficial, y sus tripulantes se bajaron y visualizaron el lugar. Luego un camión arrastró la barricada, abriendo el paso momentáneamente. Sin embargo, los vecinos hicimos sonar las cacerolas y bajamos a restituir la barricada», contó Omar Álvarez.
Manifestó que mantienen trancada la vía para cuidarse de la acción de presuntos colectivos, y ante la desconfianza que sienten hacia la fuerza pública. «Polilara no hace nada por protegernos, y la Guardia Nacional apoya a los grupos violentos. Ya no confiamos en nadie», expresó.