Estados Unidos expresó este viernes su deseo de que el líder opositor venezolano Leopoldo López reciba un juicio «imparcial y transparente», y denunció el «debilitamiento» democrático del país suramericano, sacudido por casi tres semanas de protestas violentas.
«Lo más importante es que los cargos de los que se le acusa sean juzgados de una manera imparcial y transparente», dijo la subsecretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson.
«Estamos preocupados por la situación y el desarrollo del proceso legal», señaló Jacobson en una rueda de prensa en Washington.
López, de 42 años y dirigente del opositor Voluntad Popular, una de las principales fuerzas de oposición al presidente Nicolás Maduro, se entregó a la justicia el martes y está detenido en una prisión militar.
Este joven político del ala más radical de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, es acusado de incitar a la violencia y ocasionar daños durante una protesta antigubernamental el 12 de febrero en Caracas, que dejó tres muertos y decenas de heridos en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
Otras cinco personas han fallecido en casi tres semanas de protestas por manifestantes que se quejan de la escasez, la inflación y la inseguridad en este país con las mayores reservas de petróleo del planeta.
Jacobson destacó el llamado de López a mantener el carácter pacífico de la manifestación del 12 de febrero, y mostró preocupación por que su arresto provoque un «efecto de temor» en la oposición. «Parece que pudo haber sido diseñado para hacer eso», añadió.
Por otra parte, el director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ricardo Zúñiga, reiteró el llamado de Washington a liberar a los manifestantes detenidos o al menos «asegurarles un juicio imparcial».
El presidente estadounidense, Barack Obama, ya había solicitado el miércoles la libertad de los manifestantes detenidos en Venezuela tras calificar de «legítimos» sus reclamos y de «inaceptable» la violencia, al mismo tiempo que llamó al gobierno venezolano a entablar un «diálogo verdadero» con los opositores.
El gobierno de Maduro «repudió» las declaraciones de Obama y las consideró una «grosera injerencia» en sus asuntos internos.
Carta Democrática
Ya el domingo, tras las primeras reacciones sobre las protestas de Washington, Venezuela había expulsado a tres funcionarios estadounidenses, quienes se reunieron este viernes con Jacobson en la capital estadounidense. Washington aún evalúa acciones.
«Estamos aun en el proceso de nuestra decisión y cómo vamos a responder (…) Hay muchas cosas que el gobierno puede hacer», afirmó Jacobson.
Pero los dos funcionarios destacaron que el problema de fondo no es bilateral sino que yace al interno de Venezuela.
Washington observa «un debilitamiento de las instituciones democráticas» en Venezuela en los últimos años, dijo Jacobson, señalando que actualmente «no están siendo respetados» algunos principios de la Carta Interamericana Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Pero la funcionaria fue ambigua respecto a la intención real de Washington de invocar formalmente el documento regional, un proceso que activaría discusiones y gestiones diplomáticas en la OEA sobre el caso venezolano.
Sin embargo, Jacobson recordó que fue Estados Unidos el que impulsó la discusión sobre las manifestaciones en Venezuela en el Consejo Permanente de la OEA este miércoles.
Y que los diplomáticos estadounidenses han discutido con otros representantes de países de la región la importancia de «apoyar» los principios de la Carta como el derecho a la protesta y a la libertad de expresión.
«Así que uno puede invocar formalmente la Carta Democrática Interamericana y veremos si es la herramienta correcta para esto. Pero sus principios y el foro que es la OEA ya empezaron a ser discutidos», afirmó.
