La violencia se agudiza día tras día en las calles de Barquisimeto.
La noche del miércoles 19 de febrero, residentes del Centro Metropolitano Javier y del Complejo Residencial Las Doñas, ambos situados al oeste de la capital larense, vivieron momentos de terror al ser atacados por grupos identificados con el Gobierno.
Sin importar la presencia de niños y adultos de la tercera edad, los citados colectivos, reconocidos como “Tupamaros” por parte de los vecinos, arremetieron en varias oportunidades contra las edificaciones, así como contra otros inmuebles cercanos.
Se conoció que el ataque comenzó después de un cacerolazo que inició a las 7:00 de la noche y tras el cierre de algunas calles y canales de las avenidas Florencio Jiménez y Libertador. En principio, se trató de un grupo pequeño de motorizados que, bajo el amparo de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policia Bolivariana, atacó con bombas de fabricación casera, perdigones, piedras, metras y palos a los vecinos que se encontraban protestando pacíficamente. Posteriormente, el número de agresores, aumentó.
Juan Manuel Escalona, habitante del Centro Metropolitano Javier declaró que los hechos violentos se prolongaron hasta la media noche aproximadamente.
“Fuimos víctimas de Los Tupamaros, la Guardia y la Policía Bolivariana. Nosotros cerramos la avenida y nos quedamos dentro de la urbanización. Luego llegaron unos motorizados a lanzarnos piedras y cohetes. Nosotros nos defendimos como pudimos. Se fueron y regresaron como 100 motorizados. Los Tupamaros estaban resguardados por una tanqueta, la Guardia y los policías. Nos dispararon perdigones, descargaron sus pistolas… ellos querían entrar y acabar con la residencia”.
Por otra parte, José Gregorio Rodríguez, también del Centro Metropolitano Javier, mencionó que una familia de los conjuntos ubicados hacia la avenida Libertador, resultó bastante afectada por una bomba lacrimógena que arrojaron los militares hacia ese apartamento.
“Nos atacaron tres veces, a las 8:00, 9:30 y 10:30 de la noche, el último fue el más fuerte de todos. Además de los motorizados vinieron una Pickup negra, una Vans Daewoo blanca, una Machito roja, una Explorer Blanca, cada vehículo con aproximadamente diez personas, además de las dos tanquetas y tres fuerzas antimotín apostadas en la entrada de la urbanización. Nos dispararon. Eran balas, disfrazadas por cohetones; nos lanzaron bombas lacrimógenas. Fue horrible”.
Exhorto
Los residentes les hicieron un llamado urgente al Gobierno regional y nacional a objeto de que se desarme a los diferentes colectivos que rondan la ciudad para sembrar el caos e intimidar a los manifestantes que estos últimos días han salido a las calles barquisimetanas para protestar ante la crisis económica, de inseguridad y desabastecimiento que afecta al país. “La policía estadal fue testigo de cómo arremetió contra nosotros la Policía Bolivariana y Los Tupamaros. No permitiremos que acaben con la urbanización”.
En Las Doñas
La residencia Las Doñas, ubicada en la avenida Florencio Jiménez con calle 4 de Pueblo Nuevo fue igualmente blanco de los colectivos armados y protegidos por la Guardia Nacional y Policía Bolivariana, así lo expresaron sus habitantes, a quienes se les reguarda su identidad por temor a represalias.
“Además de los residentes de Las Doñas, también protestaban vecinos de Pueblo Nuevo, quienes colocaron una barricada, la cual fue apagada por la Ballena”, contó un residente. Se conoció que los ataques iniciaron a las 9:00 de la noche. “Más de cuarenta motorizados, varias camionetas y un convoy de la Guardia Nacional Bolivariana circularon en torno al edifico. Les llegaron por detrás a los manifestantes, los repelieron y lanzaron para el estacionamiento cohetes, perdigones y bombas molotov. Los motorizados intentaron derrumbar el portón, hubo muchos gritos y tensión. Se fueron y regresaron con más piedras y bombas”.
Más de 25 carros fueron afectados.
