Desde las cuatro de la madrugada, vecinos de Valle Hondo, El Trigal, Almarriera, La Morenera y Las Mercedes, salieron a manifestar trancando con escombros, palos y cauchos encendidos las avenidas El Placer y La Montañita.
En cada esquina había barricadas y una multitud de personas cantando el Gloria al Bravo Pueblo y otras consignas estudiantiles en contra del Gobierno.
Transitar por ambas avenidas era prácticamente imposible, salvo en moto, bicicleta o a pie. En muchas ventanas de la avenida La Montañita ondeaba el pabellón nacional.
La confrontación inició temprano
Tanto en las intersecciones de la avenida La Montañita con calle San Antonio, como en avenida El Placer, en el sector Distribuidor Valle Hondo, se apostaron piquetes del Ejército y la Guardia Nacional.
A las 10 y 20 minutos de la mañana de este jueves, manifestantes de Valle Hondo, situados en la calle 1 de Las Mercedes con El Placer, esquina de El Pescadero, iniciaron una ofensiva con piedras y botellas contra un piquete del Ejército situado en el puente del distribuidor, que en cuestión de unos 10 minutos, se replegaron hasta el estacionamiento del Supermercado Central Madeirense, debido a la lluvia de piedras.
Una tanqueta de la Guardia Nacional, la CR-3, apareció a toda velocidad por el puente del distribuidor lanzando gases lacrimógenos y repetidas detonaciones de perdigones, lo cual obligó a protestantes a dispersarse hasta las veredas aledañas.
Agreden a jóvenes frente a sus padres
La confrontación entre manifestantes de Valle Hondo y efectivos militares prosiguió una hora sin tregua, y en una estrategia de persecución entre la tanqueta y motorizados de la Policía Militar, lograron aprehender a tres jóvenes frente a la urbanización Altamira, pero dos lograron escaparse aunque fueron alcanzados por perdigones en espalda, glúteos y piernas.
Quien no corrió con la misma suerte fue César Nieto, vecino de la Urbanización Altamira, quien fue capturado por dos uniformados. Contó, mientras un médico lo suturaba en un callejón del urbanismo: “Dos militares me agarraron a golpes salvajemente, y uno de ellos hizo que me cayera de un culatazo en la cabeza, mientras el otro me pateó en la cara en repetidas oportunidades”.
A Nieto lo montaron en la tanqueta pero al ver que sangraba profusamente, un capitán ordenó que lo soltaran.
Fue atendido por un médico cirujano de dilatada experiencia, quien informó que Nieto sufrió heridas múltiples contundentes que ameritaron ocho puntadas, además de heridas por perdigones “a quemarropa” en la mano derecha.
Pasadas las doce del día, llegaron más refuerzos motorizados y una segunda tanqueta, la CR-4, con la cual prepararon una segunda embestida, logrando capturar a otro joven en el canal de la quebrada Tabure, asfixiado por gas lacrimógeno.
Fue trasladado en moto e introducido a empujones dentro de la tanqueta antes citada, desde donde salían fuertes gritos.
Una veintena de heridos
A las tres de la tarde, más de 25 uniformados, con equipo anti motín, mantenían sitiados a los manifestantes en tres cuadras aledañas a la avenida El Placer, apostados en la esquina de Pío Pío, desde donde lanzaban gases lacrimógenos a las veredas y a rato, incursionaban con escudos y escopetas de perdigones, replegando a la multitud que respondía con una lluvia de piedras, botellas, huevos y bombas incendiarias que se estrellaban contra la tanqueta.
Los manifestantes se resguardaban en las viviendas cerradas por portones de la quinta etapa de Valle Hondo, pero era tanta la arremetida, que decidieron intentar derribar los portones con las tanquetas que la muchedumbre salió a impedirlo.
Se produjo un fragoroso enfrentamiento que dejó como resultado una veintena de heridos de perdigones y muchas personas asfixiadas por las bombas lacrimógenas que los uniformados arrojaron a las casas para sacar a los insurgentes.
Naileth Mendoza, desesperada por la “salvaje represión” denunció que un grupo de guardias nacionales “disparó a mansalva y en repetidas oportunidades hacia la fachada de mi casa y la de los vecinos, rompiendo vidrios e hiriendo a mi hija y varios vecinos”.
Estoy muy angustiada –dijo llorando- porque tengo a mi madre de 90 años asfixiada en la calle mientras los gases se disipan dentro de mi casa y los hogares vecinos.
Francys Morón, resultó herida de perdigón en la pierna, pese a no estar en la protesta. “Vi como los uniformados llegaron apuntando y aterrada me detuve y escuché la detonación y luego un líquido caliente deslizarse por mis pierna, era sangre, luego mucho dolor. Me dispararon a menos de tres metros en el jardín de mi casa”.
La confrontación prosiguió y se conoció que uno de los protestantes de Las Mercedes, resultó herido de bala, calibre 9 milímetros, en la pierna izquierda con salida. Fue trasladado hasta el Ambulatorio de Cabudare Don Felipe Ponte, pero tuvo que ser transferido hasta el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto.
Decomisan equipo a EL IMPULSO
Cerca de las cuatro de la tarde, y ya cuando comenzaba a mostrar desgaste la manifestación en Valle Hondo, el equipo de EL IMPULSO fue abordado por unos cinco motorizados de la Guardia Nacional que estaban agazapados en una de las veredas de ese urbanismo.
Los efectivos castrenses llamaron al periodista con voz altanera y preguntaron quién era solicitando la identificación, que fue mostrada.
Posterior interrogaron al comunicador y pidieron le mostrara la cámara. Ante la negativa, dos de ellos cargaron las escopetas y dijeron que la entregara. Revisaron las fotos y dijeron que estaba decomisada por contener material que podía comprometer la integridad profesional y física de algunos compañeros.
Pasada más de una hora, un militar de más jerarquía devolvió la cámara sin la memoria de 2 GB, alegando que estaba decomisada por contener material que podía ser considerado una amenaza para la Fuerza Armada.
Antes de ser abordado por los uniformados, el equipo había cambiado la memoria para resguardar las fotografías más recientes.
Esto no es más que una violación a las leyes que nos amparan como periodistas, acción que repudiamos con contundencia, exigiendo a los organismos correspondientes se penalice y se abran las debidas averiguaciones.
Sala de Redacción
