Como una decisión reprochable calificó el diputado Walter Márquez, de la Asamblea Nacional, la decisión de Nicolás Maduro, de militarizar el Táchira.
Esa entidad estaba ayer en una calma aparente, aunque se han registrado algunos enfrentamientos con organismos de seguridad del Estado, particularmente en la parte alta de San Cristóbal, en el sector Los Naranjos.
Las protestas han sido pacíficas y los estudiantes, dijo el parlamentario al ser entrevistado por EL IMPULSO, se están reagrupando en el lugar donde siempre han manifestado: intersección de la avenida Carabobo con Ferrero Tamayo.
Al referirse a la militarización del Estado, dijo que lo que no lograron Maduro y su partido en las elecciones municipales, ya que 17 de los 29 alcaldes son demócratas, ahora lo están haciendo con las armas.
Prácticamente el Presidente ha declarado una guerra, movilizando las cuatro fuerzas, incluyendo la marina.
El Táchira es una zona de montañas y no sabemos por dónde va a entrar la marina de guerra, comentó.
En cuanto a la amenaza de Maduro contra el alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, de mandarlo a una celda “muy fría”, el diputado Márquez manifestó:
-Es una grave violación de los derechos humanos y las garantías constitucionales. Viola el artículo 49, que garantiza la presunción de inocencia e igualmente el artículo 60, el cual garantiza el honor y la reputación de los ciudadanos.
Maduro no tiene ninguna prueba concreta, expuso. Él lo acusa de estar vinculado con los paramilitares. Y el propio gobernador del Táchira, Vielma Mora, habla que en este estado están operando los paramilitares. Esto demuestra la incapacidad del Gobierno, porque si resultara cierta la presencia de paramilitares es responsabilidad del Estado venezolano, a través del jefe del Ejecutivo Nacional y de los organismos de seguridad de hacer trabajo de inteligencia y detener a esos individuos.Eso es simplemente una distracción para no enfrentar los graves problemas que afectan al Táchira y al resto del país. En el Táchira son más graves los casos del deterioro de la moneda frente al peso colombiano, el desabastecimiento, la inflación y la inseguridad. Los estudiantes y el pueblo están reaccionando frente a la crisis.