La batalla por Venezuela se libra con el mismo vigor en la calle que en internet, con activistas que reportan las persecución gubernamental a través de las redes sociales y las autoridades respondiendo mediante el corte del servicio de internet a una ciudad donde hay protestas, además de bloquear cibersitios en forma selectiva y aplicaciones populares entre los manifestantes.
Beatriz Font, una reportera de televisión local en San Cristóbal, capital del estado occidental de Táchira, dijo el jueves por la noche que podía escuchar los disparos y la intervención policial para disolver una protesta al igual que sucedió la noche previa cuando se cortó el servicio de internet a la ciudad.
«Seguimos sin internet. Alguna gente no tiene agua ni luz», dijo Font desde su ciudad que ha visto algunas de las más virulentas manifestaciones antigubernamentales.
Más tarde, la compañía estadounidense cuya aplicación Zello de «walkie-talkie» se ha convertido en una herramienta importante para la organización de protestas antigubernamentales en Venezuela dijo que la empresa estatal de telecomunicaciones del país ha bloqueado su utilización.
El director general de Zello, Bill Moore, dijo a The Associated Press que la más importante operadora de telefonía móvil y el principal proveedor de internet de Venezuela _Movilnet y CANTV_ bloquearon el jueves el acceso a Zello.co. La empresa Zello tiene sus oficinas centrales en Austin, Texas.
La aplicación, en la que se oprime un botón para hablar con los teléfonos multifuncionales y las computadoras, ha adquirido popularidad entre los manifestantes en Venezuela y Ucrania.
Moore dijo que Zello se convirtió el jueves en la principal aplicación en Ucrania para los sistemas operativos de Apple y Android.
En un sólo día esta semana se hicieron más de 150.000 descargas de la aplicación en Venezuela, informó la empresa.
Algunos creen que la guerra de información en Venezuela, en la que el gobierno bloqueó las imágenes de violencia que cobró la vida de tres personas que se difundían por Twitter la semana pasada, apenas está comenzando.
El gobierno socialista creó una especie de monopolio de las comunicaciones electrónicas durante los 14 años de presidencia de
Hugo Chávez, quien murió en marzo pasado, y las redes sociales han sido cruciales en días recientes para los opositores, quienes las han usado para intercambiar información acerca de muertes, lesiones y arrestos.
Activistas con gran habilidad para usar las redes sociales informaron que el servicio de internet que provee CANTV, que concentra el 90% del tráfico del país, se degradó notablemente. Señalaron que cibersitios de noticias como NTN24.com, con sede en Colombia, y pastebin.com que usan los ciberactivistas para combatir información de manera anónima fueron bloqueados.
La compañía Renesys, con sede en Estados Unidos, considerada una de las mejores analistas de tráfico global de internet, confirmó que se bloquearon los sitios y la velocidad del servicio se redujo pero no pudo certificar que CANTV redujera la amplitud de la banda.
«Por nuestros datos no puedo decir si se trata de algo deliberado, aunque dado el contexto, parece posible», dijo el investigador de Renesys Doug Madory.
El tráfico de Venezuela con Cuba mediante el cable submarino ALBA-1, en tanto, no parece afectado, indicó.
El programador y activista cibernético José Luis Rivas, quien es de San Cristóbal pero no dijo dónde se encontraba por temor a ser perseguido, declaró que el servicio de internet se interrumpió en la mayor parte de esta ciudad de 600.000 habitantes en la medianoche del miércoles.
Las protestas se intensificaron en toda Venezuela la semana pasada y los activistas colocaron videos de la represión policial y de la guardia nacional en YouTube. A veces las fuerzas de seguridad son acompañadas por bandas de chavistas armados que se movilizan en motocicletas, a quienes la oposición atribuye matanzas y otros abusos.
Rivas dijo que el miércoles por la noche, antes de que se interrumpiese el servicio de internet en San Cristóbal, la gente estaba difundiendo videos de la represión de las fuerzas de seguridad.
La suspensión del servicio de internet priva a la gente del único acceso a información sin censura. Rivas dijo que la gente le «decía que sentía miedo, que no estaba informada».
Las autoridades del gobierno no comentaron el corte del servicio de internet ni respondieron a preguntas de la Associated Press sobre la degradación del servicio y el bloqueo de portales.
Voceros de Conatel, el organismo que regula las telecomunicaciones, y del Ministerio de Información, dijeron que no estaban autorizados a hablar del tema.
El director de Conatel, William Castillo, dijo el jueves por Twitter que las redes sociales estaban siendo «invadidas por cibercriminales que atacan cuentas y manipulan la información».
La ministra de información Delcy Rodríguez, por su parte, sostuvo en Twitter que las redes sociales están siendo usadas «por ejecutores de violencia golpista para crear angustia en la población, en operación sicológica de gran escala».
Los portales del gobierno están siendo atacados por hackers desde el exterior, que con frecuencia los inutilizan.
Las imágenes de los disturbios, no obstante, están disponibles en Twitter desde la breve interrupción del servicio de la semana pasada. El portavoz de la empresa Nu Wexler dijo el jueves que se habían tomado medidas para «garantizar la continuidad del servicio», aunque no dio detalles. Twitter, por otro lado, difunde entre sus usuarios de Venezuela instrucciones sobre cómo recibir tuits en los teléfonos celulares vía el servicio de mensajes.
Venezuela ha estado bloqueando desde hace meses portales que siguen las tasas de cambio en el mercado negro y lleva semanas impidiendo el acceso a la aplicación Bitly, que permite acortar las direcciones de la web.
Los venezolanos que quieren acceder a esos portales tienen que usar otros servicios populares en China e Irán, donde la gente tiene que burlar la censura del gobierno.
El director internacional de la Electronic Frontier Foundation, Danny O’Brien, dijo que la censura venezolana ha sido «un tanto desordenada y arbitraria».
Casi la mitad de la población venezolana tiene como única fuente de información medios de prensa controlados por el gobierno. La otra mitad se informa a través de la internet.
Impedir el acceso a la internet, sin embargo, no es una estrategia política inteligente, según O’Brien.
«Creo que la lección importante que se puede sacar de estos bloqueos a la internet es que lo único que hacen es agregar combustible a las llamas de la agitación civil», expresó.