La serie de movimientos sísmicos, sobre todo el de las 6 y 40 que se registraron durante la mañana del miércoles en el país, con epicentro en el municipio Morán, afortunadamente sólo dejaron daños menores en estructuras, además de la natural alarma entre los habitantes.
Desde las primeras horas de la madrugada, quienes estaban despiertos, comenzaron a sentir el estremecimiento de la tierra. A la 1 y 6 minutos se produjo el primer temblor con una intensidad de 2.5, ubicándose el epicentro 7 kilómetros al sureste de El Tocuyo y 26 de Quíbor.
Pero a las 6 y 40, ocurrió el de mayor intensidad, 5.2, con epicentro 16 kilómetros al sureste de El Tocuyo y 26 al sur de Quíbor, con una profundidad de 3.4 km, de acuerdo al reporte sismológico de Funvisis.
Este último hizo levantar de sus camas a quienes aún dormían en la capital del municipio Morán, pero también en otras ciudades como Sanare, Quíbor, Barquisimeto, Cabudare, sintiéndose también en capitales como San Felipe, Valencia y Maracaibo, entre otras.
En El Tocuyo, el movimiento telúrico obligó a muchos a salir violentamente a la calle como medida de precaución, declarándose el alerta en organismos como Protección Civil y Bomberos de Morán
A las 8 y 12 hubo otro, con intensidad de 2.9 y posteriormente la tierra continuó estremeciéndose, aunque con menor intensidad, llegando algunos vecinos a contabilizar hasta 11, la mayoría de ellos calificados como réplicas.
En el hospital Baudilio Lara, ante la posibilidad de nuevos temblores, los médicos procedieron a reubicar a los pacientes hospitalizados en medicina y cirugía en el área de emergencia y las de maternidad en la de pediatría, ambas en la planta baja.
“Como sigue temblando es mejor tenerlos en la planta baja y no en pisos de arriba, por si nos vemos obligados a sacarlos del hospital”, dijo una de las profesionales de medicina mientras, conjuntamente con las de enfermería, buscaban donde acomodar a algunos enfermos.
A las once de la mañana aún había pacientes en pasillos, esperando reubicación, aunque, afortunadamente, gracias a la remodelación que del centro asistencial hizo la gobernación, la medida no tuvo muchos un convenientes.
Por otra parte, las autoridades de educación decidieron suspender las clases en primaria y bachillerato todo el día, aunque las instalaciones no presentaron daños.
El comandante de los Bomberos de Morán, teniente Félix Linares, personalmente y pidiendo colas por carecer de vehículos, acudía a los sectores desde donde se recibieron llamadas por haberse registrado daños menores en inmuebles.
Lo mismo hacían funcionarios de Protección Civil
La carretera El Tocuyo-Guarico quedó parcialmente cortada en el sector El Viso, cerca del caserío El Peñón, por un derrumbe.
En el caserío Boro, donde se sintió mucho más el temblor de las 6 y 40, vecinos como Antonio Castañeda y Julián Colmenares dijeron que no hubo daños.
En la hacienda Santa Teresa, la vieja iglesia abandonada terminó de venirse abajo
Mientras tanto, desde Sanare, el prefecto Isidro Piña reportó normalidad, salvo daños menores en una pared en la escuela de monjas.
“Sólo fue un buen susto”, concluyó un habitante.