Está clarísimo para mí. Ya no tenemos Patria, como suelen decir los voceros del gobierno. Los años que hemos dedicado al periodismo nos ha enseñado lo vulnerable que es nuestra democracia, hoy disfrazada de dictocracia por obra y gracia de un grupo de trasnochados comunistas, viudos todos de las llamadas dictaduras del proletariado. Lo más cómico del asunto es que muchos de ellos se autodenominan marxistas sin tener la menor idea de las características de una doctrina económica sustentada por un señor llamado Carlos Marx y mal aplicada por otro señor de nombre Vladimir Ilich, que no es otro que el conocidísimo Lenin, jefe de la revuelta bolchevique que acabó con el gobierno de los zares e inició la era soviética y uno de los regímenes más crueles que recuerde la historia contemporánea. A nombre del socialismo se cometieron los crímenes de lesa humanidad más horrendos contra los ciudadanos durante muchos años hasta que los aires frescos de la democracia regresaron para quedarse, creo yo, indefinidamente, aunque con ciertos matices del pasado que todavía se hacen notar. La mayoría de los países de la órbita soviética sufrieron la expansión del sistema político y permanecieron ocultos para el mundo occidental tras la llamada “cortina de hierro”, sin posibilidad de tener un crecimiento económico y social. Hoy son naciones con voz propia, soberanas y democráticas, con excepción de Bielorrusia donde todavía manda un impresentable sujeto muy afecto al antiguo modelo soviético. En América Latina, bajo la protección de los misiles soviéticos y la traición un régimen que aún sobrevive y controla con mano de hierro a Cuba, una hermosa isla caribeña, víctima por 50 años de un despreciable régimen que parece haber encontrado buenos aires en Venezuela, pero negado mayoritariamente a soportar una “dictocracia” trasnochada y falsa que conduce al país hacia un precipicio de dimensiones inconmensurables. No era nuestra democracia perfecta, pero seguramente perfectible, capaz de enmendar sus propios errores, incomparables, por supuesto, con el actual estado de cosas que hoy abjuramos. Nunca imaginamos en el pasado que fuéramos tan vulnerables al canto de las sirenas de los enemigos de la democracia y lo difícil que parece enrumbarnos de nuevo por un camino diferente al que nos proponen.
Las llamadas “autodefensas de Michoacán”, (México) formada por un grupo de ciudadanos cansados ya de la impunidad con la cual se mueven los capos del narcotráfico han creado un frente común para defenderse y contraatacar al crimen organizado, con tanta eficiencia, que ya en las redes sociales se está planteando la idea de hacer lo mismo aquí, donde las autoridades son desbordadas por el hampa en sus diversas manifestaciones. En México un decreto presidencial ha legalizado a esas autodefensas para que actúen apegadas a la Ley… CONTUDENTE el analista Orlando Viera Blanco al expresar que “el país por una situación de bancarrota económica, una situación de criminalidad al límite, una situación de apartheid político, una situación de de penetración y coaptación de libertades, una situación de persecución y una pérdida absoluta de legitimidad, está reaccionando como un grupo humano indignado”.
Cuando escribo estas líneas no tengo la certeza de que los lectores puedan acceder a ella en el futuro próximo –ojalá esté equivocado-, pero de alguna manera será visible a través del twitter o en el facebook, y se mantendrá allí hasta que recuperemos el derecho que nos asiste como medio de comunicación a seguir informando, un derecho inalienable que también reclaman con angustia y sin temor los ciudadanos. Estoy seguro que el gobierno ha cometido su peor torpeza al agredir con su poder a los medios al negarles la posibilidad de adquirir el papel para imprimir los diarios. Queda al descubierto el talante antidemocrático de quienes usufructúan el poder frente al mundo. El Impulso en sus 110 años de existencia ha sobrevivido a dictadores olvidados ya por la historia, y no serán los gobernantes de hoy los que se jactarán por su temporal silencio ni tendrán la esperanza de salvarse del repudio general del pueblo al cual El Impulso enseñó a leer hace ya más de un siglo como lo recoge esa historia… MARCHAS: A falta de información televisiva nacional, los venezolanos apelaron a las redes sociales para mostrar los dramáticos sucesos ocurridos durante la concentración estudiantil de la semana pasada, que tuvo un epílogo sangriento con las muertes de varios estudiantes provocadas por bandas terroristas que intentaron impedir la protesta pacífica que ya había cumplido parte del trayecto señalado para la marcha. Cuando un gobierno intenta ocultar sus debilidades queda más bien al descubierto, como ha sucedido esta vez con el silencio cómplice de las empresas de televisión de señal abierta. No quisieron desafiar al régimen ni mostrar dignidad ante los atropellos del que eran objeto los estudiantes. Ese silencio, sin duda alguna, pesará sobre sus conciencias y no tendrán ninguna excusa en el futuro cuando se defiendan ante las acusaciones de la historia.