El presidente chileno, Sebastián Piñera, aseguró este martes que Chile «respeta la autodeterminación de los pueblos», pero llamó a Venezuela, escenario de manifestaciones estudiantiles desde hace dos semanas, a respetar y promover los derechos humanos y la libertad de expresión.
«Chile respeta la autodeterminación de los pueblos», afirmó Piñera en una declaración pública desde el Palacio de La Moneda.
Sin embargo, aseguró el mandatario, los firmantes de la Convención Americana de los Derechos Humanos «estamos comprometidos con la protección de la democracia» y «las libertades fundamentales como la libre expresión, información, opinión y manifestación».
Piñera respondió así a las declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien más temprano acusó al mandatario y al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de «meterse en asuntos internos» de su país.
«Hacemos un llamado a que estos valores y principios sean plenamente respetados y promovidos por el gobierno de Venezuela, y también a que las manifestaciones ciudadanas se hagan en forma pacífica y dentro del marco de la ley», agregó el mandatario chileno.
En tanto, el poderoso movimiento estudiantil chileno reaccionó de forma dividida a la situación que vive Venezuela por las protestas de estudiantes contra la inseguridad y la escasez.
La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), liderada por la anarquista Melissa Sepúlveda, rechazó mediante un comunicado «el intento golpista» que a su juicio vive el gobierno de Venezuela, en línea con las denuncias hechas por el presidente Maduro.
«No nos sentimos representados por el actuar de sectores estudiantiles venezolanos que se han puesto del lado de la defensa del viejo orden», señaló la FECH.
En la misma dirección se pronunció el presidente de los estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile, Takuri Tapia, quien dijo que «el supuesto movimiento de estudiantes en Venezuela (…) busca desestabilizar al gobierno de Maduro».
En cambio, los estudiantes de la Universidad Católica apoyaron el derecho a manifestarse de forma pacífica de los universitarios venezolanos y pidieron a Maduro que «muestre respeto y apertura para discutir los temas que inquietan al sector de la población que se moviliza como opositor».
El movimiento estudiantil chileno lideró las más masivas marchas en Chile desde la democracia para pedir un cambio en el segregado y privatizado sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
