Los Guaros de Lara (3-3) retomarán hoy sus entrenamientos en el Domo Bolivariano de Barquisimeto tras cumplir con una exigente visita a la zona oriental del país para enfrentar a los Marinos de Anzoátegui (3-1), en la que a pesar de perder ambos encuentros (87-78 y 90-83), mostraron aspectos positivos para explotar a nivel ofensivo, así como también algunas deficiencias a corregir en ataque y defensa, de cara a su serie del próximo jueves 20 y viernes 21 en casa ante Cocodrilos de Caracas (6-0).
Pese a que no se logró el objetivo de romper la racha de derrotas en “La Caldera del Diablo (24 partidos) ni empezar a mejorar el balance histórico en dicha plaza (1-28), en la que no se gana desde abril de 2005, hay muchos aspectos del juego sobre los que Néstor “Ché” García y su cuerpo técnico pueden sacar un balance asertivo, más allá del hecho de que en ambos duelos pudo el rival, por fin, batir la barrera de los 80 puntos que Guaros no había permitido en los cuatro choques previos.
La manera como Rafael Guevara y Heissler Guillent se soltaron a anotar al atreverse a abrir la brecha hacia el canasto, bien por el centro de la pintura incluso con tráfico y ante jugadores más altos o bien producto de ataques rápidos, reveló que en ofensivas con menos pases y uso del reloj, incluso ante un rival como Marinos, se puede anotar con consistencia.
Del mismo modo, un arma que poco se había empleado en los primeros cuatro juegos, el lanzamiento triple, apareció con creces, especialmente en el segundo cotejo, en el que los crepusculares anotaron diez, seis de ellos cortesía de un crecido Guevara. Quizás parte de ese cometido se logró gracias a un mejor cuidado de las posesiones y una mejor toma de decisiones, si se toma en cuenta la buena relación de asistencias sobre pérdidas de balón del segundo juego (16/9).
El base Smush Parker (19 robos de balón en seis juegos), reserva en el primer duelo y titular en el segundo, fue el único jugador que con eficacia logró detener por momentos a un imparable Aaron Harper (70 puntos entre los dos encuentros), pero una vez que abandonó el segundo juego por alcanzar el límite de faltas, Harper hizo fiesta e incluso superó con claridad a Stephen Graham en el uno contra uno hasta llevarlo, también, al límite de faltas.
A pesar de que en el primer partido las faltas y problemas estomacales limitaron su aporte, Marcus Fizer se vio muy bien en el segundo cotejo (20 puntos) y logró lucir ante un más atlético Shaun Pruitt. Se notó que en el funcionamiento ofensivo, alimentar a Fizer es una opción real de puntos cerca del canasto, algo que esta vez escaseó debido a que el arbitraje fue riguroso con Windy Graterol y su participación en la serie fue notablemente disminuida a causa de esto.
Para la reflexión las 64 faltas cometidas en dos juegos, que dieron a Marinos hasta 80 chances desde la línea personal.
