Todo va bien en la cama hasta que de pronto un día, surge alguna dificultad. Los problemas sexuales en la pareja están, según los expertos, a la orden del día.
«Es importante tener en cuenta que la incidencia de los problemas sexuales es mayor de lo que en general se cree, ya que es muy frecuente mantener dichos problemas en la más estricta intimidad. A día de hoy sigue existiendo una gran reticencia a sacarlos a la luz por el sentimiento de inadecuación que producen en la persona», explica Ángeles Sanz Yaque, profesora de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y psicóloga clínica en Cinteco.
Es crucial sacarlos a la luz porque es la única manera de arreglarlos, indica el sexólogo José Bustamante, autor del libro ¿En qué piensan los hombres?. «La frustación sexual implica una caída del humor, y hasta del estado físico. Si mejoramos la sexualidad, es más que probable que también lo haga el estado de ánimo, y si mejora el ánimo, es más que probable que se practique más y mejor sexo. Es como la pescadilla que se muerde la cola». Lo corrobora Sanz Yaque: «Cuando los problemas no se solucionan y la persona o la pareja se siente bloqueada, ansiosa o insegura es muy probable que dicho malestar les lleve a distanciarse emocionalmente o a evitar los encuentros íntimos».
Pasos a seguir
¿Qué podemos hacer cuándo aparece un problema o dificultad sexual? Según indica Sanz Yaque en el libro «La psicología que nos ayuda a vivir», «es bueno empezar por tener expectativas realistas y no dramatizar cuando en algunas situaciones el funcionamiento sexual no es tan satisfactorio como nos gustaría. Es decir, admitir que no vamos a responder en todas las situaciones como marcan unos ciertos estándares culturales». Ella recomienda empezar a preocuparse cuando el problema «aparece en diferentes situaciones o contextos de una manera permanente y no se relaciona con ninguna otra causa».
Para esta psicóloga, es bueno comentarlo en pareja, pero siempre teniendo en cuenta las siguientes normas:
—Elija un momento tranquilo y agradable.
—Describa lo que le preocupa sin responsabilizar al otro, deje que el otro exprese su punto de vista, tenga en cuenta las dificultades personales que pudiera tener para hablar de estos temas.
—Busque soluciones conjuntasy aapoyo mutuo, aporte ideas.
—Intente algunos cambios.
—Valore los progresos, por pequeños que sean, y el esfuerzo que están haciendo, dejando de lado los problemas pendientes. Sigan apoyándose.
—Refuerce y exprese la sensación de enriquecimiento de la relación.
En cualquier caso, si el tiempo y el cariño no arreglan los problemas, sino que los enquista y distancia emocionalmente a la pareja, es en ese momento cuando se debe consultar un profesional. «La pasividad y estar a la espera de que se produzca el cambio deseado tienden a aumentar la sensación de ineficacia, impotencia y desánimo», indica la psicóloga de Cinteco. Por el contrario, concluye, «cuando las dificultades sexuales se resuelven, la sensación de auto eficacia personal y de compromiso con la pareja aumentan, y la satisfacción y bienestar individual y de la relación en pareja se disparan»