Prefieres callar y no decirle al jefe lo que consideras que es una injusticia. Te muerdes la lengua antes de explicarle a tu amiga qué opinas por miedo a herirla. Te reservas tus pensamientos y haces cualquier cosa antes de entrar en confrontación con tus padres.
Optas por no contarle a tu pareja cómo te ha sentado lo que ha hecho para así evitar una discusión. “La mejor palabra es la que queda por decir”.
El no expresar verbalmente aquello que uno piensa o siente puede provocar lo que en medicina denominamos bloqueos, a su vez, son la causa de enfermedades emocionales y físicas.
Los impactos emocionales negativos deben exteriorizarse al momento, ya sea llorando, gritando o simplemente hablando. En caso contrario, si la persona se traga ese impacto, se forma el bloqueo.
En el plano emocional, los bloqueos de comunicación íntima (formados durante la infancia, en casa o en la escuela) harán que la persona adulta no pueda expresar sentimientos de manera fluida. Los bloqueos de comunicación social, por su parte, causan inseguridad y falta de autoestima.
A nivel emocional, estos bloqueos pueden producir pensamientos circulares y obsesivos, dispersión, pensamientos encadenados que impiden que la persona focalice la atención, trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) e insomnio.
Una parte de cualquier bloqueo siempre va a parar al plexo, entre los pulmones, lo que provoca alteraciones en el sistema nervioso (estrés, ansiedad, angustia…)
No expresar los sentimientos o emociones afecta al sistema inmunológico y al sistema endocrino, además de conllevar problemas hormonales y en las cuerdas vocales.
Los bloqueos cerebrales producen dolores de cabeza, migrañas y vértigos. Los bloqueos de plexo pueden causar trastornos respiratorios (como el asma), problemas circulatorios (como varices) y de piel (como soriasis, piel atópica, alergias…)
Una vez liberados estos bloqueos, habrás tomado consciencia, y siempre verbalizarás tus sentimientos y exteriorizarás los disgustos, la rabia y los conflictos sin herir a los demás.
¡Vivirás mejor!
