La magia de San Valentín sigue haciendo de las suyas. Y, si no, que se lo pregunten a Katy Perry y a John Mayer, quienes podrían tener, por fin, algo que anunciarnos. La pareja celebró el día del amor con una bonita cena romántica en Sunset Towers, en Los Ángeles y, a la salida del restaurante la cantante deslumbró a todos los fotógrafos con un brillante anillo y una sonrisa directamente proporcional al tamaño de la piedra.
Paralizados dejaron a todos los fotógrafos mientras se dirigían al club Bootsy Bellows de West Hollywood para seguir dando rienda suelta al amor en una celebración que se prolongaría hasta el cierre del local. Porque el tiempo pasa más rápido cuando uno está enamorado y porque, como decía John en su cuenta de Twitter esa misma mañana, «¿un San Valentín en viernes o sábado es un evento de todo incluido?».
Cuando a Katy le preguntaban por él en el reportaje de la edición de febrero de la revista GQ, ella aseguraba «no tener prisa y estar disfrutando de una relación maravillosa con un hombre maravilloso», el mismo que en la madrugada valentina tuiteaba al mundo tener a la chica más sexy.