El alcalde de Iribarren, Alfredo Ramos, en rueda de prensa celebrada ayer en el Palacio Municipal, informó que habían sido suspendidas las actividades de los Domingos Activos, porque algunas de ellas estaban previstas en lugares cercanos a instalaciones militares, como una medida de precaución y por lo delicado que se han convertido las manifestaciones de calle.
Sin embargo, ratificó que la protesta que hacen los estudiantes son ajustadas a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y constituyen un derecho democrático.
Hago un llamado al gobierno nacional para que entienda que las manifestaciones estudiantiles siempre han sido pacíficas.
La represión y la persecusión política que ha implementado el gobierno, no está de acuerdo con las propuestas que hacen los manifestantes, apoyados en un derecho constitucional.
En este sentido dijo que las protestas que se han venido realizando están relacionadas con el malestar que ha causado la situación económica y social, sobre todo por el alto grado de inseguridad que se ha vivido en el curso de los últimos años, problemas estos que no han sido resueltos por el Ejecutivo Nacional.
Indicó que los estudiantes se han hecho eco del reclamo de la población frente a la escasez y desbastecimiento de los productos de mayor consumo, al alto costo de la vida que devora los ingresos de los trabajadores y al clima de inseguridad reinante.
Cuando yo fui dirigente estudiantil, como lo fueron muchos de los que ocupan altas responsabiliades en el gobierno nacional, siempre hicimos manifestaciones en el marco constitucionasl y la respuesta que tuvimos fue la represión.
Un gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos no puede incurrir en la violencia y el atropello contra los manifestantes, utilizando los organismos de seguridad.
Tiene que entender que la manifestación de calle es la voz del pueblo.
Nadie puede desconocer el espíritu contestario de los estudiantes, quienes a lo largo de los años han demostrado ser la expresión del sentir popular.
Ramos se pronunció por establecer un diálogo sincero, amplio y resposnable en torno a los problemas que aqueja a la población y, desde luego, entender que los estudiantes están en su pleno derecho de ir a la calle a expresar su disconformidad con la situación crítica que vive el país.