Cuando masiva, espontánea y democráticamente la población de importantes ciudades salió a manifestar el pasado 12 de febrero, día de la juventud venezolana, claramente el pueblo expresó su deseo de que haya un cambio en el modelo político, tras quince años de nefasto gobierno, dijo el Dr. José Gregorio Zaá, concejal suplente del municipio Iribarren y dirigente de Voluntad Popular.
Lo que ha hecho la gente es protestar contra las malas políticas que han ocasionado una indetenible inflación, destrucción del aparato productivo agroindustrial, cerco total a la empresa privada, pérdida del valor de la moneda nacional, despilfarro de los ingresos petroleros y regalo de los recursos a otros países, escasez, desabastecimiento, inseguridad personal, desempleo, corrupción, malos servicios públicos, intervención de otros gobiernos en el país, adoctrinamiento y abandono de la soberanía nacional. Todo esto culmina en una sola palabra: comunismo.
En ese sentido, Leopoldo López lo que ha hecho es auscultar la rebeldía del pueblo ante estas políticas del gobierno chavista y ahora madurista, cuya principal cabeza, Nicolás Maduro, se ha erigido como el heredero de esos quince años del nefasto gobierno castrocomunista en Venezuela.
Parece como un guión, desde el punto de vista criminalístico, la situación ocurrida cuando de manera irresponsable el presidente ilegítimo Maduro afirma que la misma arma de fuego causó la muerte del joven estudiante Bassil Da Costa y el miembro del colectivo Juan Montoya. Eso nos pone a pensar que la investigación por parte del Cicpc arrojó resultados tan rápidos a escasas horas de haberse producido esos hechos, o, en segundo lugar, se está encubriendo al criminal, si fue uno solo, quien cometió los dos homicidios.
Las cámaras fotográficas y las redes sociales determinaron en tiempo real lo que estaba ocurriendo, manifestó. Y en ese particular, estamos claros que quieren responsabilizar de los actos de violencia a Leopoldo López.
