La nueva Ley de Costos y Precios Justos no es aconsejable en los actuales momentos mientras no se garantice que la inflación no pase de un dígito ni persista el desabastecimiento de productos de la cesta básica.
Ejemplo son las largas colas en los negocios ante la llegada de algunos de los productos afectados por la escasez.
Es la opinión de Fernando Alejos, presidente de la Asociación de comerciantes del municipio Torres, al ser consultado sobre la puesta en vigencia del instrumento legal destinado al control de los precios.
Afirmó que la inflación en algunos rubros, como repuestos y herramientas, supera los 600 por ciento y puso como ejemplo una pieza que el año pasado compraban los ferreteros en 70 bolívares, ahora les llega en 800, de allí la imposibilidad de cumplir con la nueva ley.
Además, aclaró, el 70 por ciento de los comerciantes no realizan importaciones pues eso corresponde a los mayoristas o intermediarios y es allí donde deben efectuarse las fiscalizaciones de Indepabis y no únicamente en los negocios detallistas.
Para Alejos, no se vislumbra de inmediato una salida a la delicada situación que vive la economía actualmente en Venezuela.
Llamó la atención sobre algo que es público como las ventas en las calles de artículos de la cesta básica, como aceite, margarina. jabón de lavar, harina de maíz, de trigo, café clásico y otros productos regulados que desaparecieron de los anaqueles pero sí venden los buhoneros públicamente.
Insistió en lo improcedente de la nueva ley en los actuales momentos, pues no se tomaron en cuenta los gastos colaterales que tienen los dueños de negocios pequeños.
“Esa ley lo único que traerá será mayor inflación e incremento del mercado negro para aquellos artículos más requeridos por la colectividad que, como ocurre actualmente con unos cuantos rubros, no tienen los comercios establecidos pero sí se consiguen en las vías públicas, a precios superiores”, expresó.
También se quejó de los obstáculos que deben enfrentar los productores agropecuarios para trabajar por las trabas que se les ponen para traer hasta sus fincas los insumos necesarios.
