La motivación laboral varía de unas personas a otras dependiendo de la capacidad individual y de las condiciones ambientales. Por eso es importante para las Empresas y Entidades llegar a comprender y estructurar el ambiente de trabajo fomentando comportamientos productivos y desalentando aquellos que no lo sean.
La mayoría de las personas trabajan por dinero. El primer sueldo nos parece maravilloso pero puede suceder que cuando ya llevamos un tiempo no estemos contentos con lo que cobramos y deseemos más. Incluso se da el caso, por ejemplo en épocas de crisis, que tu sueldo sea rebajado. Con lo que nos siguen pagando pero menos de lo que cobrábamos antes y de lo que habíamos estipulado.
El ser humano es un complejo mundo de emociones y sentimientos que hacen que no sólo estemos bien en un trabajo por el sueldo. Hay otros muchos factores que influyen en nuestra motivación laboral.
Cosas que desmotivan más en el trabajo
Saber que tu futuro no es claro en esa empresa. Saber que te pueden despedir en cualquier momento es una de las cosas que más pueden desmotivar.
Que tu trabajo no sea productivo ni reconocido. A todos nos gusta que lo que hacemos sirva para algo y que sea reconocido por los demás, sobre todo después del esfuerzo realizado.
Trabajar en un ambiente nefasto en el que no te encuentras a gusto.
Cuando nos aburrimos con el trabajo que realizamos. Igual que si nos extralimita y supera el trabajo.
¿Cuándo mejora, en cambio, nuestra motivación laboral?
Si el trabajo es el adecuado para el trabajador.
Si el ambiente laboral es bueno hace que las personas trabajen mejor.
Si el trabajador se siente integrado en la empresa, está orgulloso de su labor y esta concienciado de que su trabajo beneficia a la empresa, rendirá mucho más.
Cuando sabemos que podemos superarnos y promocionar en nuestra carrera profesional.
Cuando nos apasiona lo que hacemos.
Cada persona es un mundo y la motivación laboral depende de las necesidades que tenga cada persona en ese momento.