Con mucha alegría los alumnos y el personal docente de la Unidad Educativa José Félix Ribas, ubicada en la parroquia Cabudare, celebraron los 61 años de fundación.
Con un torta gigante hecha de material reciclable y el canto unísono de cumpleaños feliz, escolares, maestros, padres y representantes, festejaron el logro de una nueva infraestructura luego de ocho años de peregrinar por las escuelas del sector.
Pese a la nueva planta de tres pisos, con amplios salones, la escuela aun no cuenta con una cancha deportiva ni la vital cocina-comedor.
Víctor Vázquez y Luisa Chirinos, directivos de ese plantel escolar, señalaron que después de ocho tortuosos años, dejaron de estar vagando entre instituciones incluso no cónsonas para albergar parte de la matrícula de la José Félix Ribas.
“Gracias al amor inmenso de los niños, a la confianza de los representantes y a la inigualable ética demostrada por el personal directivo, docente, administrativo y obrero, hemos logrado triunfar y sortear toda una serie de adversidades que quedarán como una remota pesadilla. Hoy celebramos nuestro aniversario con una nueva cede, aunque parcialmente construida”, indicaron.
Inversión en etapas
El profesor Víctor Vázquez advirtió que la inversión de la escuela José Félix Ribas se efectuó en etapas, con un primer recurso proveniente de la gestión de Luis Reyes Reyes, el cual se inyectó en casi en su totalidad en los estudios de suelo, replanteo del accidentado terreno y el levantamiento de gran parte del primer módulo.
En el gobierno de Henri Falcón, la inversión en la escuela ha sido lenta y por partidas: primero fueron dos millones de bolívares, más tarde fueron partidas de un millón hasta completar los cinco millones.
Aún está pendiente –aseguró Vázquez-, un millón 500 mil bolívares para la construcción de la cerca perimetral, la cancha deportiva y la cocina escolar, en edificación por la falta de materiales.
Es de advertir que en un primer momento, los directivos de la escuela José Félix Ribas, junto a la comunidad de Padres y Representantes, y el concurso de los consejos comunales del sector, habían decidido improvisar un espacio dentro de una salón de clases en donde funcionaría la cocina “pero técnicamente no fue posible porque en los salones no hay aguas blancas ni mucho menos descarga de aguas negras”.
No tienen comida
La profesora Luisa Chirinos, acotó que los 368 alumnos de esa escuela no están recibiendo el beneficio del Programa de Alimentación Escolar, PAE, debido a que no cuentan con una cocina, por tanto, le hicieron un llamado a la Dirección del PAE para que estudien la solicitud hecha por este plantel escolar en cuanto a las bandejas servidas, “mientras nosotros superamos esta situación adversa, lo cual sería de gran apoyo porque la totalidad de la matrícula son niños de escasos recursos”.
Otra de las limitantes que tiene la José Félix Ribas, es el mobiliario existente, el cual data de más de 30 años y que ya parece un montón de chatarra en medio de una moderna instalación.
“Hemos hecho una solicitud muy generosa a FEDE, para la dotación. Vino una supervisión del Ministerio de educación y nos alertaron que era probable se aprobara la solicitud pero si el Ejecutivo regional autorizara por escrito el documento petitorio, lo cual no ha ocurrido”, subrayó el profesor Vázquez, advirtiendo que la situación se plantea porque esa es una escuela estadal y FEDE es una dependencia nacional.
No hay posibilidad de mantenimiento
Destacaron los directivos de la Escuela José Félix Ribas de Cabudare, que en el mantenimiento de la nueva edificación, solo en productos de limpieza, se invierten un poco menos de cuatro mil bolívares cada dos meses. La misma cantidad de recursos se invierten en la impresora multifuncional del plantel.
“Cómo una escuela sin posibilidades de obtener recursos propios, puede sufragar estos gastos para el obligatorio mantenimiento. Ni con el auxilio de los padres y representantes, que ya tienen una carga pesada con otras ayudas para el funcionamiento, allí llega el momento que es casi que imposible”, observó.
Invitó por este medio al alcalde José Barreras, para que visite el plantel y pueda conocer y palpar las nuevas adversidades que atraviesan los alumnos, “porque pese a que la Alcaldía de Palavecino no tiene competencia en materia educativa, son casi 400 escolares de Palavecino, más sus padres y representantes, los que ameritan de la ayuda gubernamental”.