Pese a que el suministro de alimentos presenta deficiencias, y las condiciones laborales de las madres procesadoras es irregular, en el comedor de la Escuela Técnica Comercial Ambrosio Perera, dependiente del Programa de Alimentación Escolar (PAE) mantiene su funcionamiento.
“Cuando llega algún rubro, otro escasea. Por ejemplo, en la última ocasión enviaron arroz y pasta, pero no llegó nada de granos. El arroz se acabó y estamos sirviendo pasta y sardina, que es lo que nos queda. Tampoco nos está llegando azúcar, por lo cual nos hemos visto en la necesidad de decirle a los alumnos que la traigan de su casa para servir los jugos”, indicó Marlene Perdomo, quien se desempeña como madre procesadora.
Explicó que el Programa de Alimentación Escolar funciona mediante un enlace con la institución educativa, quienes definen el suministro de alimentos a través de Pdval. Aseguró que gracias al esfuerzo de quienes laboran en el comedor y la colaboración de la comunidad educativa, logran cumplir día a día con la alimentación de los alumnos.
Con respecto a la situación laboral de las madres procesadoras, Perdomo reveló que “el Ministerio de Educación sigue sin reconocernos como trabajadoras, y nos mantiene como colaboradoras. La última vez que protestamos ante la Zona Educativa, el año pasado, nos dijeron que si queríamos nos podíamos ir, pero que no nos iban a dar contratos”.
Asimismo, aseguró que no reciben puntualmente la colaboración asignada por el PAE. “Aparte de que no estamos fijas, nos pagan cada dos o tres meses. Seguiremos luchando por mejores condiciones de trabajo”.
