Un 5% de los niños con edades comprendidas entre los 6 meses y los 3 años sufren “espasmos del sollozo” o “se quedan privados”, como popularmente se dice.
Estos episodios se caracterizan porque los pequeños lloran con tanta intensidad (por una caída, un “no” de los padres, un intento fallido…) que dejan de respirar durante unos segundos. Además del llanto y la apnea pueden presentar otros síntomas:
Si los niños muestran una coloración azulada de piel (ocurre en el 80% de los casos) sufren un “espasmo cianótico”. Pueden desmayarse o no.
Si se ponen pálidos, pierden el sentido, sufren convulsiones y tienen los ojos en blanco están afectados por un “espasmo pálido del sollozo”.
A pesar de la aparatosidad de ambos cuadros y en contra de lo que parece, los espasmos no son graves ni dejan secuelas a los pequeños.
Tanto en uno como en otro caso, los niños recuperan la respiración antes de 20 segundos (en cuanto su organismo echa en falta el oxígeno) y vuelven en sí en menos de un minuto, por lo que cualquier posibilidad de que se asfixien o de que sufran un daño cerebral o una consecuencia neurológica queda descartada.
Ten todo esto muy presente si tu hijo se priva alguna vez para no salir corriendo a urgencias, porque antes de que llegues al portal ya habrá empezado a respirar. Lo que debes hacer es intentar mantener la calma, comprobar que no tiene nada en la boca (si lo tiene, sácaselo) y acostarle en el suelo. En esta posición la sangre llega mejor al cerebro y tu hijo volverá antes en sí.
También es bueno que le pellizques suavemente los brazos y las piernas. Por el contrario, no le zarandees ni le soples en la cara. Si se asusta, la vuelta a la normalidad será más difícil.
Alerta en algunos casos
En estas circunstancias excepcionales los espasmos denotan que algo va mal y hay que llevar al pequeño a urgencias enseguida:
Si se producen mientras está durmiendo. Si se presentan antes de los 5 meses de edad y después de cumplir los 8 años.
Si se dan sin ninguna causa aparente.
Si el pequeño tarda más de un minuto en recuperar el sentido.
Si existen dudas de que es un espasmo.