A las 7:30 de la noche del sábado llegaron al aeropuerto José Leonardo Chirinos de Coro, Reinaldo Manrique, Leonardo Manrique y Jesús Gómez, los tres estudiantes detenidos por los disturbios del Táchira.
En helicóptero los trasladaron porque las autoridades querían evitar barricadas de personas en el camino que le impidiesen el traslado hasta la Comunidad Penitenciaria de Coro (CPC), ubicada en el kilómetro 8 de la carretera Falcón – Zulia.
El domingo fueron ingresadas dos personas más. En total son cinco las personas que se encuentran en Coro luego de los actos contra la residencia oficial.
Se pudo conocer a través de los periodistas del diario La Nación, quienes están en constante comunicación con los padres de los jóvenes, que desde su detención no se han podido comunicar ni con los hermanos Manrique, ni con Gómez. Los tienen completamente incomunicados y no han podido saber si tendrán visita, si están comiendo bien ni cómo los han tratado.
Cabe destacar que los propios internos del penal cuestionaron el ingreso de los jóvenes, al considerar que son inocentes.
Sin embargo, fueron trasladados con fuerte custodia. Al llegar al recinto los reseñaron.
La fuente indicó que los estudiantes visten franela y pantalón amarillo, uniforme utilizado por todos los presos que allí se encuentran. No están ligados con la población penal y tampoco tienen contacto con el resto de los reclusos, los mantienen aislados por su condición; algunos manifiestan que se encuentran donde están los funcionarios que han delinquido, teniendo que adaptarse al nuevo régimen penitenciario.
Piden su libertad
La mañana de ayer se llevó a cabo ante la Defensoría del Pueblo de Coro una manifestación pacífica por parte de la sociedad civil y estudiantes, quienes trancaron una avenida en protesta por los estudiantes tachirenses; gracias a la acción fueron atendidos y les recibieron un documento con las exigencias de que fueran dejados en libertad.
Protesta en Caracas
Para exigir la liberación de cinco compañeros detenidos durante protestas realizadas en Mérida y San Cristóbal, estudiantes de la Universidad Central de Venezuela protestaron este lunes frente al Ministerio del Interior y Justicia.
Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV envió un mensaje a Miguel Rodríguez Torres: «Sin no los liberan no hay diálogo».
“La salida debe ser electoral»
“La salida para cambiar cualquier gobierno son las elecciones», aseguró el vicepresidente del Área Social y ministro de Educación, Héctor Rodríguez.
Precisó que no condena las protestas estudiantiles, sino a los «sectores fascistas» que generan «zozobra» en la población venezolana. Hizo un llamado a la paz y a rechazar las manifestaciones violentas.
Señaló que todo aquel que quiera trabajar con el Gobierno para la pacificación tendrá las puertas abiertas y enfatizó que la violencia no es la vía. Por otro lado, advirtió a quienes se salgan del orden Constitucional: «Les caerá todo el peso de la ley».
Rodríguez mencionó que tras una reunión con los doce ministros que integran el gabinete social se conversó sobre la educación y la salud en el país.
En la calle estudiantes de Lara
“Ya llegó y está aquí el Movimiento Estudiantil”, fue una de las tantas consignas que elevaron los estudiantes de la Yacambú, UCLA, UFT, Unexpo, UCV, Colegio Fermín Toro y el Colegio Universitario Antonio José de Sucre, el cual conforman el Movimiento Estudiantil de Lara.
Ayer, a las 2:00 p.m, se concentraron en la redoma de la avenida Vargas, diagonal a la Dirección de Salud y con banderas, pancartas y cantos hicieron sentir su descontento por la inseguridad que se vive en el estado y dentro de las casas de estudios.
“Ministro Rodríguez Torres, sacó 01 en la boleta de seguridad”, expresaron los estudiantes en plena concentración.
También mantienen su solidario apoyo con los estudiantes del estado Táchira y Mérida.
Por su parte, trabajadores del diario EL IMPULSO también se hicieron presentes y elevaron sus pancartas solicitando que el Gobierno Nacional se manifieste para la liquidación de las divisas para la compra del papel periódico y seguir informando a los ciudadanos.
