«Ahorre papel» es uno de los lemas de batalla ecologistas en el mundo para preservar el medio ambiente, pero en Venezuela es la consigna de vida o muerte para decenas de rotativos que se tambalean o cierran privados de ese insumo cuya importación controla el gobierno.
En las últimas semanas «diez diarios han dejado de circular y han reducido páginas una veintena», explica a la AFP Carlos Correa, catedrático y responsable de la ONG Espacio Público, que trabaja en temas de libertad de expresión.
Este lunes otro rotativo de provincia, Notidiario de Puerto Ordaz, imprimía su última versión en papel y desde el martes se limitará a aparecer en la web, una plataforma que todavía carece de un modelo de negocios y de la penetración necesaria.
En Venezuela, los 136 rotativos existentes dependen de importaciones para abastecerse de papel de diario y el gobierno de Nicolás Maduro, heredero de la Revolución Bolivariana chavista, es quien tiene el monopolio de las divisas e indirectamente del comercio exterior.
En el marco de una fuerte caída de las reservas en divisas (unos 9.000 millones de dólares en 2013) el gobierno entrega con cuentagotas los dólares, lo que ha desatado problemas puntuales de abastecimiento (incluso de medicinas y alimentos) y miles de millones en deudas a empresas y proveedores extranjeros.
Censura indirecta
Pero las importaciones de papel rondan apenas los 140 millones de dólares al año. «Esa es una cifra risible para el tamaño de la economía venezolana» (un 0,3% de las importaciones) pero «el impacto es evidente en los diarios que han reducido o suspendido sus ediciones», explica Correa.
Esto «pareciera una política para asfixiar a algunos medios con posiciones críticas. Es un escenario de ahogo muy complejo», opinó.
Además, «los trámites para que autoricen las divisas pueden ser kafkianos. Luego hay que encontrar al proveedor que tenga disponibilidad. Y después hay que ver si aparece un barco que traiga la carga», relata el especialista. Y todavía falta el trámite aduanero de nacionalización.
Las modestas cifras del costo anual de importación de papel parecen enfrentar la opinión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que descree de las razones económicas o burocráticas a la hora de explicar los retrasos en la importación de papel.
«En la SIP creemos que es una forma indirecta de censura que aplica el gobierno contra la prensa, que es el único periodismo que quedaba en Venezuela con algún tipo de independencia», dijo a la AFP el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa, Claudio Paolillo.
«Cada día que pasa se confirman los peores pronósticos. Lo que está pasando es muy malo para la salud de una democracia… si es que en Venezuela sigue habiendo una democracia», sentencia Paolillo, en entrevista telefónica desde Montevideo.
El gobierno «en su acción hegemónica de inspiración totalitaria ya ha logrado el cierre de varios periódicos», señaló un durísimo comunicado del Bloque de Prensa Venezolano, que reúne a los editores de decenas de periódicos.
El diario El Nacional, uno de los rotativos tradicionales, denuncia que no ha recibido divisas para importar papel desde hace nueve meses, y semana a semana ha visto vaporizarse sus suplementos y revistas, reducir la tirada y adelgazar sus cuerpos principales de 48 hasta unas magras 16 páginas.
El chavismo redobla la apuesta
El viernes Maduro redobló la apuesta, acusó a la «prensa de la burguesía» de estar contra su gobierno y advirtió: «Me van a llamar dictador, no me importa, yo voy a hacer normas muy estrictas para que se acabe el amarillismo».
El presidente también la emprendió contra los dueños de diarios que viven en el extranjero, enumeró a un par y sentenció: «Debería prohibirse que gente que no viva en Venezuela sea dueño de medios de comunicación, me parece una idea buena, hay que estudiarla».
El discurso provocó la reacción del secretario general del sindicato de periodistas, Marcio Ruiz (cuyo sindicato encabeza marchas y protestas en apoyo a los reclamos de papel de los editores, la próxima este martes) y exigió a Maduro que «resuelva los problemas de los venezolanos (…) y deje de responsabilizar a los medios del fracaso que ha resultado su gobierno».
En este marco, el especialista en medios de comunicación Marcelino Bisbal, es contundente a la hora de explicar el origen de la crisis. «El gobierno requiere, por todos los medios, acallar o invisibilizar a los pocos medios críticos que quedan en la país».
Hugo «Chávez lo dijo en octubre de 2001: los medios (privados) son enemigos de la Revolución. Esta idea la tienen muy clara los herederos de aquel Gobierno. Por eso le tienen tanto miedo a los medios y sus profesionales cuando estos son críticos», dijo Bisbal al diario El Carabobeño de Valencia, tercera ciudad del país.