Actualmente, los fines de semanas pasaron de ser fechas dedicadas al descanso y el compartir en familia para convertirse en días de búsqueda y espera por conseguir los productos de primera necesidad. La situación de escasez en algunos productos se agudiza, y según expresan los ciudadanos entrevistados, el estilo de vida del venezolano pareciese estar signado por el conformismo.
EL IMPULSO, emprendió un recorrido por distintos mercados populares de la ciudad, donde cientos de personas asisten a estas instalaciones a fin de conseguir mejores precios y existencia de rubros regulados de difícil acceso.
En la red de mercados Cecosesola, largas colas eran evidentes desde cada una de las cajas de pago dispuestas en la instalación. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de gente, no se encontraban productos de la cesta básica como harina de maíz, aceite, margarina, azúcar, leche, huevos y mayonesa.
“Esta situación es insostenible, nunca había vivido algo así. Antes yo hacía mercado tranquilamente y tenía la plena seguridad de encontrar cualquier producto, es más, podía ver y comparar entre distintas marcas y escoger la de mi preferencia”, relató la señora María Canela al momento de adelantar su paso en una cola. Aunado a esto, los ciudadanos informaron sobre la inexistencia en productos de limpieza y aseo personal tales como jabón en polvo, jabón de baño, crema dental, afeitadoras y papel higiénico.
Por otra parte, algunos entrevistados sostuvieron que llevan consigo una pequeña lista de compra, a objeto de rendir el dinero y enfrentar el índice inflacionario del país.
Como recomendación, la opinión colectiva manifestó que el Gobierno Nacional debe articular mecanismos junto a la empresa privada, en aras de mantener una producción continua y que esté distribuida equitativamente.
“Lo más preocupante de todo, es que el venezolano se acostumbre a vivir así. No es justo”, señaló Jorge Paredes.