Unos 500 litros de aguas negras se descargan al lecho de la quebrada Tabure, luego que una crecida erosionara las bases del cajón de paso ubicado en el antiguo paso Villa Trapiche-Caserío Papelón, lo que ocasionó la fractura del colector de 36 pulgadas que recoge las aguas servidas de buena parte de los nuevos urbanismos de la parroquia José Gregorio Bastidas con destino al río Guardagallos.
Las putrefactas y contaminantes aguas que descargan en el cauce de la quebrada Tabure, han formado una gran laguna, con correntías desde el citado punto atravesando las urbanizaciones El Trigal, El Paraíso, además de siete caseríos hasta desembocar en Agua Negra, una comunidad del municipio Peña, estado Yaracuy.
Pestilencia y enfermedades
Pedro Paradas, dirigente social de Palavecino, destacó que el problema de contaminación del citado afluente ha sido denunciado por los diferentes consejos comunales de los caseríos afectados en incontables oportunidades ante Hidrolara y el Ministerio del Ambiente.
“Son más de siete caseríos los que en estos momentos y desde el mes de julio, padecen de olores pestilentes y un sinfín de enfermedades tales como: dengue, diarreas, vómitos, erupciones en la piel, ronchas en el cuero cabelludo, hepatitis, y todas las afecciones respiratorias. Todas estas cifras están engavetadas en el Ambulatorio de Cabudare, pues no les interesa que se sepan porque es alarmante que los números aumentan y son precisamente de habitantes cercanos a la quebrada Tabure”, subrayó Paradas.
Precisó que desde El Trigal, pasando por el liceo Santiago Sánchez, Papelón, El Placer, El Tamarindo, El Mayal, Las Tres Topias, Coco ‘e Mono, del municipio Palavecino y dos comunidades del estado Yaracuy, están padeciendo los rigores de las aguas fecales que están cayendo en la quebrada.
Dijo que en conversaciones con el concejal Freddy Pérez, la Gobernación de Lara aprobó un millón 800 mil bolívares para efectuar reparaciones en el colector, sin embargo, el saneamiento del cauce es imperativo, obra que el Ministerio del Ambiente tiene la obligación de realizar a la brevedad dado la epidemia desatada.
“Si Hidrolara no ejecuta este trabajo, debe asumirlo Corpolara y si tampoco tienen capacidad, el Ministerio debe actuar, porque es responsabilidad del estado venezolano”, espetó Paradas, agregando que la emergencia sanitaria no tiene colores políticos, ni distinción alguna.
Hidrolara sin presupuesto
José Rivero, vocero del consejo comunal Papelón, indicó que el 15 de julio de 2013, realizó un reporte ante Hidrolara sobre el dramático escenario de contaminación en la quebrada Tabure, y tras ese efectuó otros tres, “pero la única respuesta ha sido, no tenemos presupuesto”.
También dirigió correspondencia a la Oficina Regional del Ministerio del Ambiente, describiendo la situación de la descarga de aguas servidas, pero no hubo respuesta, mientras los casos de enfermedades en Papelón y los demás caseríos rurales, siguen en ascenso.
Luis Martínez, vecino de Coco ‘e Mono, señaló que quienes viven cerca del lecho de la quebrada, deben dormir con tapabocas y mantener ventanas y puertas selladas con trapos húmedos para mitigar “un poco” la pestilencia.
María Fernanda Torin, habitante de El Placer, cuya casa está ubicada a unos 800 metros del cauce de la quebrada Tabure, refirió que su hijo, de tan solo dos años, se mantiene constantemente enfermo de conjuntivitis, vómitos, diarrea o congestionamiento.
La delicada situación sanitaria se agrava al tiempo que pasan los meses y los organismos correspondientes descansan la ciesta de la desidia.