La Circunvalación Norte, inaugurada en 2006 por el Gobierno nacional,luce hoy un rostro desolador: No tiene alumbrado, el asfalto está colapsado por los huecos, no hay señalización y es territorio del hampa, porque el resguardo policial es casi nulo.
La desidia se adueñó de punta a punta de la vía que mide 29 kilómetros desde el distribuidor Veragacha en el este de Barquisimeto, hasta San Francisco en el oeste. “Esta vía está en pésimas condiciones. Casi todo los días tengo que atravesarla porque transporto plátanos desde El Vigía hasta el centro del país y la verdad es muy peligrosa, lo peor es que uno no, ve un policía a lo largo de todo el trayecto y menos aún un auxilio vial, comenta Ricardo Ramírez, transportista.
Ramírez sostiene que la vía es una guillotina, especialmente por las noches, porque el alumbrado es nulo y eso favorece al hampa para atracar.
“Uno tiene que pasar por esta vía a alta velocidad, porque de lo contrario los hampones les tiran piedras a los carros hasta que la gente se para y aprovechan para encañonarlos y robarle toda la mercancía, el carro y hasta la vida te la quitan”.
Carlos Millán, otro camionero, comenta que no hay luz, ni resguardo policial, pero que abundan los malandros. “Esto es una guillotina para uno, porque debes ir a toda velocidad para evitar ser víctima de un atraco, pero al mismo tiempo la vía está llena de huecos y apenas hay dos canales, es difícil maniobrar a alta velocidad en esas condiciones, pero si bajas las velocidad corres peligro de muerte, no es fácil”.
Gilberto Brito, quien tiene más de 15 años trabajando en la zona, comenta que en los 29 kilómetros de vía no hay un puesto policial y que eso hace más fácil el trabajo a los hampones.
Dijo que las zonas más peligrosas son Las Tinajitas, al oeste de Barquisimeto y La Tomatera, al altura de El Ujano, al este de la ciudad.
Exigió a funcionarios de Polilara y la Guardia Nacional Bolivariana que implementen operativos de patrullaje en la vía, para que los conductores puedan sentirse más resguardados.