El problema de la escasez de dólares obedece fundamentalmente a varios factores muy delicados, que son la caída de la producción nacional como resultado de las políticas del Gobierno y la disminución de las ventas del petróleo, sostiene el doctor Salomón Centeno, economista y diputado a la Asamblea Nacional.
El primero es la caída de la producción nacional como consecuencia de la inexistencia de una política dirigida al sostenimiento de la misma y, por otra parte, a las expropiaciones de tierras en plena producción, ocupación de empresas agroindustriales y, en general, a los ataques permanentes que, a lo largo de los últimos quince años, han sufrido los productores del sector primario de la economía agrícola ganadera y, desde luego, la industria manufacturera, generadora de bienes y servicios transformados. A eso se agrega la situación de las empresas prestadoras de servicios. La disminuciónh de la producción se ha venido con mayor intensidad año tras año, razón por la cual los consumidores pagan las consecuencias.
A lo largo de mucho tiempo, el Gobierno procuró mantener -y en buena medida lo logró- nivelada la oferta en la medida en que se incrementaban los procesos de importación.
Pero, en los últimos cuatro años se ha visto, paulatinamente, afectada la importación de los principales rubros de mayor demanda nacional como consecuencia de la escasez de dólares y, por lo tanto, se han presentado dificultades para satisfacer las exigencias de los artículos que no se producen en el país y que el Ejecutivo Nacional traía de otras partes.
Pero, ante la baja de la producción petrolera, que como todos sabemos es la que permitía el ingreso significativo de los dólares, la escasez de divisas se ha convertido en uno de los problemas más agudos que tiene Venezuela.
La cuestión de los dólares, para decirlo con palabras que la gente común utiliza, ha venido haciendo aguas en el curso de los años 2012 y 2013 y en el comienzo del presente.
Así vemos que el suministro de los dólares, por parte de los organismos controladores oficiales de la divisa, no pueden cubrir las exigencias de las empresas importadoras para llenar las despensas de los venezolanos e incluso de las propias que el Gobierno maneja.
Ya hemos visto cómo el Ejecutivo Nacional se ha convertido en importador extraordinario.
Consideramos que el Gobierno no ha debido asumir ese rol; pero, como ha desarrollado un proceso de control de todas las actividades económicas, no ha perdido tiempo en hacerlo.
El problema que hoy día se presenta es que hay una oferta limitada de dólares por las vías que ha establecido para ello, Cadivi o llámese la vía alternativa del Sicad.
Definitivamente, se ha agravado de manera preocupante la situación por la cual está viviendo el mercado venezolano y por esa misma razón no hay posibilidades de que en el corto plazo se pueda restablecer los niveles que todos aspiramos.
Dólares para viajeros
En cuanto a las declaraciones hechas por funcionarios del Gobierno, en el sentido de que los viajeros consumen muchos dólares, el doctor Centeno manifestó que ese es, en sus propias palabras, “un caradurismo terrible”.
Tratando de evadir las responsabilidades, como siempre lo ha hecho el Gobierno y ya nos tiene acostumbrados, busca culpables donde no existen.
Se puede admitir que hay algunas personas que utilizan los dólares que le otorgan para viajar con fines distintos para los que los han recibido; pero, eso no tiene un efecto decisivo.
Yo me atrevo a asegurar que la asignación de dólares para los viajeros no llega siquiera al 3% de lo significa el ingreso de divisas a la República.