El tan esperado regreso de Cuba a la Serie del Caribe después de 54 años terminó en un fiasco que refleja la crisis en el nivel del béisbol de la isla, otrora potencia del deporte a nivel mundial.
La novena de Villa Clara, campeona de la pasada temporada del campeonato cubano, fue eliminada en la primera ronda de la Serie que se disputa en Isla Margarita, Venezuela, con apenas una victoria y tres derrotas.
«La Isla de las pesadillas», «Nuestra Lomita de los martirios», tituló el diario Juventud Rebelde. «No ocurrió el milagro», recalcó el diario Granma, mientras la agencia Prensa Latina señaló que Cuba «bajó de la nube». El sitio oficial Cubadebate comentó, sin rodeos: «Seamos repugnantemente honestos: el juego hizo justicia. Eliminó al peor que lo había hecho, el de los lanzadores vapuleados y la defensa baja».
Esta es la peor actuación en la Serie del Caribe de un equipo de Cuba, uno de los miembros fundadores del torneo en 1949, y que ganó siete de los 12 primeros títulos hasta 1960, cuando dejó de participar después que Fidel Castro prohibió el deporte profesional en la isla.
«Necesitamos más roce internacional y, por qué no, la inserción de un mayor número de jugadores en otras ligas», opinó el jueves el periodista Yimi Castillo en el noticiero de la televisión cubana.
Yasmani Tomás, jardinero del equipo capitalino Industriales y de Cuba en el pasado Clásico Mundial, consideró que «la falta de experiencia» perjudicó a Villa Clara.
«Me hubiera gustado mucho medirme en ese nivel», expresó Tomás en entrevista telefónica con AP.
El presidente de la federación local de béisbol, Higinio Vélez, señaló que Cuba desea participar en la Serie del próximo año en Puerto Rico «con todos los deberes y derechos», y no como invitada.
«Tiene que estar primero aprobada por la Confederación (de Béisbol del Caribe), tiene que estar aprobada por la Major League Baseball (Grandes Ligas de Estados Unidos) y por todo aquel que tenga la responsabilidad de aprobar nuestra participación. Estamos intencionados y queremos participar siempre», expresó Vélez.
Para jugar en Isla Margarita, Cuba necesitó del permiso de Grandes Ligas y del Departamento de Estado de Estados Unidos, debido al embargo económico de esa nación contra la isla.
El pobre desempeño de Villa Clara no es la primera señal de alarma para el béisbol cubano, que no conquista un título importante desde 2005.
Cuba ganó el oro olímpico en Atenas 2004 y el mundial amateur al año siguiente. En 2006 perdió la final del Clásico Mundial ante Japón, pero desde entonces su desempeño ha ido en picada. Uno de los factores principales es la deserción estrellas del béisbol cubano, que ahora brillan en Grandes Ligas, como Yasiel Puig, José Fernández, Yoenis Céspedes y Aroldis Chapman.
«Nuestro béisbol, nuestra querida pelota está enferma. Sus males son demasiados, casi tantos como sus responsables», escribió Marlys Rodriguez Francisco en el periódico Escambray, de la provincia de Sanctí Spíritus. «En Cuba no hemos pasado de la etapa de la negación, seguimos creyendo que somos el ombligo del mundo en términos beisboleros, y la realidad nos aplasta mientras somos testigos de soluciones estériles que terminan por `entretener’ a unos pocos y desagradar a otros muchos».
«No demoremos más la inserción de nuestros peloteros en ligas foráneas. Nuestros compatriotas de uniformes extranjeros nos hicieron quedar en ridículo, ya fuese guante o bate en mano, o lanzando, al parecer, a velocidades nunca antes vistas por los del patio», agregó.
Cuba aprobó el año pasado una ley que permite que sus atletas jueguen en ligas extranjeras, aunque no pueden hacerlo en el béisbol estadounidense por el embargo. Tres peloteros fueron autorizados para jugar en México, y Vélez indicó que esta política continuará.
`¿Qué no queremos nosotros? Que los peloteros nuestros, para jugar en una liga, tengan que desertar del país», dijo Vélez en Isla Margarita.
¿Qué queremos nosotros? Que salgan legalmente por el aeropuerto como sale cualquier jugador, juegue en cualquier liga y regrese a su país».