Dictamen – Golpe de conciencia

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Dictamen

Golpe de conciencia

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El país arrancó con una devaluación oficial de 100%, un aumento escandaloso de los niveles de violencia y una escasez sin precedentes en nuestra historia. En cualquier otro país se estarían tomando medidas estructurales para salir de la evidente crisis, menos en este, donde se corre la arruga y no se asumen responsabilidades a pesar de que el modelo agotado tiene ya quince años continuos de vigencia. Aunado a esto suceden cosas atroces en formato de cotidianidad como el cierre técnico de los medios de comunicación impresos y el cierre no decretado de fronteras producto de la deuda a las líneas aéreas que se niegan a seguir operando en el país. Pero los culpables siguen como si nada, atornillados a sus cargos e indolentes ante el drama que vive la población. Durante estas semanas nos entretendrán con los aniversarios del golpe y la muerte de Chávez, mientras seguimos haciendo colas sin encontrar productos tan elementales como un desodorante, una hojilla de afeitar o el ya desaparecido papel tualé.
No se puede hablar de inseguridad sin hablar de la situación económica. Mientras un sueldo mínimo no alcance para hacer una comida al día, no habrá tranquilidad social. La escasez estimula el robo por el valor ficticio que tiene un producto que no se consigue. Los inventarios no se reponen y cada vez más la opción de conseguir algo será quitándoselo al que ya lo tiene, como sucede ya con las baterías de los carros. No se trata de hacer marchas por la paz, sino de crear condiciones para la superación personal a través del trabajo, algo que comenzó a hacer hace un tiempo la china comunista y ahora lo intenta hasta Cuba. La alternativa a la violencia es el trabajo digno y bien remunerado, y eso solo se consigue masificar con el concurso de la empresa y la inversión privada. Pregúntenle a Brasil, Chile, Colombia, Perú, Paraguay y hasta Ecuador. Todos están en mejor situación económica que Venezuela a pesar de que somos nosotros la potencia petrolera en época de precios altos de crudo. ¿Quién se atreve a explicar eso?
La centralización de las carreteras y el servicio de energía eléctrica han dado resultados elocuentemente nefastos, mientras que la cabilla y el cemento grafican perfectamente la ineptitud del comunismo militarista en materia de productividad. La injerencia cubana es descarada mientras que la burocracia del Gobierno es grotesca ya con más de un centenar de nuevos ministerios y estructuras paralelas e ilegítimas. Lo que lleva a preguntarse: ¿Cuáles de las causas que justificaron la asonada militar del 4F hoy enaltecida, han dejado de existir? O lo que es lo mismo, ¿En qué hemos mejorado? La devaluación, la violencia la corrupción y la pobreza siguen intactas o peor. Y ya no está Chávez.
Urge el reencuentro de la población y una agenda de rescate que procure la estabilización de la moneda e incentive la producción nacional. El Gobierno tiene la última oportunidad de cambiar de rumbo o se someterá al rigor de este bravo pueblo que clama por soluciones verdaderas.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.

@chatoguedez

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