Con una parada cívico militar, militantes del PSUV y componentes armados celebraron este martes en Barquisimeto el fallido golpe del 4 de febrero de 1992.
Ante la estatua del Padre de la Patria se colocaron las autoridades encargadas de presidir el acto, encabezadas por el general de Brigada (GN) Octavio Chacón, jefe del CORE 4, Luis Reyes Reyes, presidente de Corpolara e integrante del movimiento insurreccional de hace 22 años; Luis Jonás Reyes, presidente del CLEL y Alejandro Natera, presidente del Concejo de Iribarren, entre otros.
Esporádicamente de entre el público surgían consignas como,“Chávez vive, la patria sigue”, “Viva la revolución socialista” y por parte del capitán Eleazar Urciní, comandante de la unidad de parada, loas al socialismo y rechazo al imperialismo al momento de solicitar permiso para iniciar el acto.
Luego se procedió a la colocación de ofrendas florales por parte de representantes de organismos civiles y militares.
Una vez concluyó la colocación de las ofrendas correspondió al coronel Humberto Riera Sánchez ponunciar el discurso de orden en el que se refirió negativamente a los gobiernos anteriores al del presidente Chávez, recordando que durante los mismos hubo devaluación de la moneda, inflación, inseguridad, incremento de las importaciones y protestas.
Por último leyó una lista de obras que el país ha recibido en la revolución, como rescate de tierras, no dependencia del petróleo exclusivamente, aumento de las reservas internacionales, alfabetización, elevación de las pensiones del Seguro Social, entre otras, y hasta citó la construcción de un supuesto puente Venezuela para unir al Zulia con Barinas.
Posteriormente Reyes Reyes declaró que “valió la pena el sacrificio de los jóvenes militares el 4 de febrero al señalar el camino para acabar con la opresión”.