Debo escribir corto. No hay papel y el espacio vale mucho en esta circunstancia.Oyendo la evocación histórica que en el Concejo Municipal de Palavecinohiciera el periodista José Ángel Ocanto, en su excelente discurso pronunciado con ocasión del homenaje que esa Cámara Edilicia le rindió al querido diario El Impulso, recordé mis primeraslecciones de Derecho Constitucional que nos pueden dar luces, ojalá que al gobierno también, para entender la necesidad de proteger, enaltecer y conservar nuestras tradiciones históricas, culturales, deportivas, religiosas, culinarias o de cualquier otra naturaleza. Increíble, por ejemplo, que una ministravenezolana, haya escrito en su cuenta twitter que ella verá la Serie del Caribe, sólo por ver a Cuba. Amar a un país extranjero más que al propio, sí es traición a la Patria.
Ella es libre de irse para allá y cuánto me gustaría que se fuera, para que sea feliz y seamos felices quienes nos quedemos.
Un país no es solo el Estado, es decir, la organización jurídica y política de la sociedad, concepto frío y abstracto. Ni es solo el territorio, que es donde la población está asentada, sino que es todo eso pero, además, y sobre todo,sus tradiciones, su idioma, su cultura, sus aficiones deportivas, su religión, sus costumbres, todolo que alguien llamó alguna vez el alma de los pueblos, de donde deriva el concepto de nación. Se puede modificar con relativa facilidad, la estructura de un estado. Su forma de organizarse, sus leyes, sus instituciones, pero modificar la nación es sumamente difícil, diría que imposible. No se pueden modificar las tradiciones, la cultura, el idioma, la religión predominante en un país sin destruir la nación. Crear, sin saber qué significa, el “hombre nuevo”, es un despropósito, una forma de destruir la esencia de un pueblo. Esa destrucción, llevada a cabo arteramente por este régimen, es la pretensión de cambiar el alma de los venezolanos. Para todo larense, El Impulso, después de 110 años, es parte del alma larense y forma parte de la tradición cotidiana del barquisimetano. Al cumplir 110 años han sido muchas las generaciones que aprendieron a vivir los acontecimientos gratos o ingratos de esta ciudad, del país y del mundo con El Impulso. Este diario ha sido como un compañero de vida del larense, está enraizado en el carácter del larense y es de esos elementos existenciales del alma larense. El Impulso es como Cardenales de Lara, como el crepúsculo barquisimetano, como el 14 de enero y la devoción mariana de ese día.
Si el régimen que conduce hoy la República no entiende lo qué es, lo que constituye la nación venezolana, no está apto para gobernar y debe terminar, constitucionalmente, lo más pronto posible. Cambiar la esencia del venezolano es como un alevoso asesinato.Con todo el respeto y cariño que le tengo al sufrido pueblo cubano, al que los Castro han sojuzgado por 55 años, hay que proclamar que Venezuela no es Cuba, cubanizar a Venezuela es de los objetivos más antipatrióticos, repugnantes y condenables que gobierno alguno se haya propuesto en esta Patria. Tampoco es Colombia, ni USA, ni España, ni México, ni mucho menos Irán oBielorrusia, ni ningún otro país, Venezuela es Venezuela, con las virtudes y defectos de los venezolanos. Si algo habría que hacer para mejorar a nuestro pueblo es educarlo, pero con educación de calidad, libre, plural, seria, exigente para nuestros muchachos, dando los adultos ejemplo de buena conducta desde los más altos cargos del gobierno y no la chabacanería y grosería que se nos presenta todos los días desde las alturas del poder. Un buen gobierno es aquel que más respeta a su pueblo y a sus tradiciones. Este gobierno si quisiera ser bueno, debería respetar al diario EL IMPULSO, resguardarlo, estimular su existencia, protegerlo, lo mismo que a toda la prensa libre del país.
Barquisimeto sin El Impulso, no sería Barquisimeto, como no lo sería si dejaran de salir en las tardes los crepúsculos o no pudiera alguna vez venir, un 14 de enero, Dios no lo permita, nuestra amada Divina Pastora. Silenciar a El Impulso es silenciar a Barquisimeto y como ese es el propósito de este régimen, su paso por el poder será recordado como el paso de la destrucción del alma barquisimetana.
