Murió hace más de dos meses, pero sigue siendo noticia: Paul Walker, fallecido el 30 de noviembre en un accidente de tráfico junto a su amigo Roger Rodas, nombró a su hija Meadow única heredera de su fortuna, valorada en unos 25 millones de dólares.
Según informa la web TMZ, el actor dejó escrito que su madre, Cheryl Walker, sería la tutora legal de la joven, que actualmente tiene quince años y vive con su madre, Rebecca Soteros, pero que en los meses anteriores al trágico accidente pasaba cada vez más tiempo con su padre. El padre del actor, Paul Walker III, fue nombrado por Walker albacea del testamento y responsable de que su voluntad se haga realidad.
En declaraciones al diario británico Daily Mail, alguno de los actores más cercanos a Walker especula con que, incluso, éste habría estado sopesando dejar de lado la actuación para estar más tiempo con los suyos.
Ronn Shikari, por ejemplo, asegura que «era un hombre de familia, al que hería pasar mucho tiempo alejado de Meadow. Ella era su mundo… Había ganado millones con la saga A todo gas, y la principal razon de que se planteara retirarse era pasar más tiempo con Meadow».