El grupo escolar Daniel Canónico, ubicado en la urbanización La Carucieña, arriba a sus 38 años de formación y servicio a la comunidad. Sin embargo, sus instalaciones no muestran un aspecto acorde al nivel educativo requerido por la sociedad.
Desatención y olvido gubernamental, son las principales causas que muestran la dura realidad con la que conviven docentes, trabajadores y alumnos.
El profesor Eduar Alvarado, director de la institución, cordialmente abrió las puertas del plantel a fin de informar la situación del grupo escolar que cuenta con una matrícula superior a los 1.500 estudiantes de educación básica, media y diversificada.
Filtración
Reconoció que el problema más preocupante de la institución deriva por el deterioro estructural del edificio educativo, por motivo de filtraciones que progresivamente aumentan su dimensión de daño.
“Este problema lo tenemos desde hace cuatro años y desde ese entonces hemos enviado diversas solicitudes de mantenimiento a la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE). Pero no hemos recibido respuestas por parte del organismo”.
Las filtraciones muestran su dimensión a través de los techos y paredes del edificio educativo, donde visiblemente se puede notar el desprendimiento de la textura que recubre el concreto. Por tanto, solicitan la impermeabilización total de la estructura.
Pintura
Informó, además, que la estructura escolar cuenta con más 10 años sin recibir la pintura externa, problema que perjudica directamente la imagen institucional.
“El ministerio de Educación no ha enviado la pintura para mejorar la imagen de la edificación, tanto la parte interna y externa. Hicimos la solicitud ante el ente, pero estamos esperando por respuesta”.
Explicó que gracias a la colaboración de docentes y representantes, los salones muestran una aceptable apariencia ya que anualmente se realiza una jornada de pintura escolar con la participación de la comunidad educativa.
Mesas y sillas
El déficit de mesas y sillas parece ser una constante en gran parte de las instituciones educativas. En el caso del grupo escolar Daniel Canónico, la demanda asciende a las 200 unidades.
“Tristemente, como en la mayoría de la instituciones, contamos con un cementerio de mesas y sillas. Afortunadamente, docentes y estudiantes han reparado alrededor de 100 unidades. Pese a los esfuerzos, aún contamos con un déficit importante de este rubro”, explicó Alvarado.
Cancha deportiva
En este plantel, los alumnos no cuentan con espacios acordes para la realización de actividades recreativas y deportivas. Hace cuatro años, se ejecutó un proyecto de rehabilitación de la cancha deportiva, pero la inexistencia de materiales en el mercado ha retrasado considerablemente la culminación de la estructura. Nuevamente, por cuarto año consecutivo, los jóvenes no podrán celebrar los juegos intercursos en dichas instalaciones.
A pesar de las dificultades, este grupo escolar ha adoptado una actitud estoica ante el descuido de los organismos competentes.