Un ladronzuelo ha asaltado una tienda de ropa en un centro comercial y, además de llevarse cuantas prendas de vestir pudo, tuvo tiempo para entretenerse en forzar un encuentro sexual con un maniquí.
Lo peor de todo es que ha trascendido la imagen del ladrón salido y la escena fue grabada por las cámaras de seguridad del centro, lo que va a dar pie a múltiples bromas en honor del muchacho.
En el vídeo, el joven, provisto de una escalera, comienza su fechoría cargando ropa de un lado para otro. En un momento dado, parece quedarse prendado de los encantos de un maniquí femenino que no tiene cabeza. Tras unos segundos de titubeo, el joven enamorado comienza su ritual sexual, abusando del objeto inerte. Lo acaricia, besuquea sus pechos y, a continuación, se desprende de su ropa y procede a un ejercicio que podríamos definir como “onanismo asistido”.
Temeroso de ser visto por algún ojo curioso, el ladrón tiene la ocurrencia de cubrirse la cabeza con una camiseta, para evitar ser identificado. De poco le sirvió, pues apenas unas horas después de que la cinta llegara a manos de la policía, el muchacho fue arrestado y puesto a disposición judicial.
Bastante avergonzado, confesó que es drogodependiente y que robó en la tienda para sacar dinero con el que poder costear su adicción.
Sobre el incidente con el maniquí no tuvo reparos en aclarar que era una de sus fantasías sexuales, así que decidió dar rienda suelta a su calenturienta imaginación.