Asia celebraba este viernes su entrada en el Año del Caballo con los tradicionales fuegos artificiales, aunque el año se presenta convulso en la región según las predicciones de los maestros feng shui.
Tanto en el campo como en las grandes ciudades del continente asiático, los chinos pasaban la jornada en familia o en los templos.
Esta fiesta se celebra en el este y el sudeste asiático, pero sobre todo en las zonas receptoras de la diáspora china.
Muchos chinos, entre ellos 245 millones de trabajadores migrantes, invadieron estaciones y aeropuertos con motivo de esta celebración, en algunos casos para recorrer miles de kilómetros en trenes o autocares abarrotados para apenas unos pocos días de vacaciones.
El presidente chino, Xi Jinping, pronunció su mensaje de año nuevo desde la región de Mongolia interior, ataviado con un abrigo negro y sombrero.
«Les trasmito, así como sus familias, mis deseos de buena salud y de felicidad», dijo Xi, citado por la agencia Xinhua.
La cadena de televisión CCTV celebró el cambio de año con una gala que contó con la participación de la actriz francesa Sophie Marceau, quien cantó el conocido tema de Edith Piaf «La vie en Rose» junto con la estrella de la música pop china Liu Huan.
Otra de las principales estrellas de esta edición, vista por más de 750 millones de telespectadores chinos, fue Jackie Chan, la inoxidable estrella de las películas de artes marciales.
La Noche de Fin de Año chino en la cadena CCTV es una institución desde 1983. Durante 24 años, la esposa del actual presidente, Peng Liyuan, una cantante de ópera, ofició la gala, pero se retiró poco antes del ascenso de su marido al Politburó del Partido Comunista Chino, en 2007.
Petardos y regalos por teléfono
El cielo de Pekín se inundó a partir de medianoche de fuegos artificiales, y los habitantes de la capital salieron a la calle para lanzar petardos, con los que se supone que se caza a los espíritus malignos, a pesar de que las autoridades habían limitado este año su venta con la esperanza de reducir la contaminación del aire, según el diario China Daily.
En China, el caballo representa tradicionalmente la lealtad y la energía, y es el animal más popular del calendario lunar, por detrás del dragón.
Pero este año está asociado a la madera, una combinación explosiva según los maestros del feng shui, el arte adivinatorio chino, algunos de los cuales predijeron nuevos problemas para el cantante canadiense Justin Bieber, además de conflictos, catástrofes naturales y meses difíciles para las economías asiáticas.
El anterior año del caballo de madera fue 1954, un año marcado por los ensayos nucleares estadounidenses y soviéticos y por la batalla del Dien Bien Phu, que le valió a Francia la pérdida de Indochina.
Las antiguas costumbres del Año Nuevo chino incluyen el «hongbao» o entrega de dinero en un sobre rojo a los allegados o a los empleados.
Este año, la tradición migró también a los teléfonos inteligentes gracias a la aplicación de chat WeChat, que cuenta con más de 600 millones de usuarios y que permitía enviar hasta 200 yuanes en un «sobre electrónico», informó el China Daily.